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Roma envía su plan de energía y clima a Bruselas

Fuentes renovables y producción de combustibles sostenibles

Varios objetivos cumplidos en el plan de energías sostenibles

Redazione Ansa

ROMA - Los ministerios italianos de Medio Ambiente y Seguridad Energética y de Infraestructuras y Transportes han enviado el texto definitivo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) a la Comisión Europea. El PNIEC - informa una nota - confirma los objetivos alcanzados en la primera propuesta transmitida en junio de 2023, superando en algunos casos incluso los objetivos comunitarios, en particular en materia de energías renovables.

     "Hoy nuestro país - explica el ministro para la Transición Ecológica, Gilberto Pichetto - está dotado de una herramienta de planificación que traza nuestro camino energético y climático con gran pragmatismo, superando enfoques poco realistas del pasado.

Es un Plan que hemos compartido con los protagonistas de la transición, que no oculta los pasos aún necesarios para colmar algunas lagunas, sino que se centra en las grandes oportunidades que se derivan del desarrollo de todas las fuentes, sin exclusiones".

    "Menciono en particular el escenario de la energía nuclear, tanto de fisión a medio plazo (a partir de 2035) como de fusión (cerca de 2050), lo que nos hace mirar hacia un futuro posible", agregó. 

    En la actualización del Plan, además de en las fuentes eléctricas renovables, la atención se centra en la producción de combustibles renovables como el biometano y el hidrógeno junto con el uso de biocombustibles que a corto plazo ya pueden contribuir a la descarbonización del parque automovilístico existente, la difusión de los coches eléctricos, la reducción de movilidad privada, captura y almacenamiento de CO2, rehabilitación de edificios y electrificación del consumo final, en particular mediante un peso creciente de las bombas de calor en el mix térmico renovable.

    El sector con mayor rendimiento - se explica - es el de las RES, donde se reitera que Italia deberá alcanzar una potencia procedente de fuentes renovables de 131 Gigavatios de aquí a 2030. Se espera que casi ochenta (79,2) de ellos provengan de fuentes solares, 28,1 de eólicas, 19,4 de hidroeléctricas, 3,2 de bioenergía y 1 Gigavatio de fuentes geotérmicas (esta última proporción también podría aumentar al alcanzar un nivel adecuado de madurez de algunas iniciativas de proyectos en desarrollo).

    En cuanto a las emisiones y absorciones de gases de efecto invernadero, Italia prevé superar el objetivo "FitFor55" en lo que respecta a las instalaciones industriales sujetas al Reglamento ETS, alcanzando un -66 % con respecto a los niveles de 2005 (objetivo de la UE, -62 %). Incluso en los sectores "no incluidos en el RCDE" (civil, transporte y agricultura) se ha producido una mejora sustancial de los indicadores de emisiones y para alcanzar los objetivos europeos, que hoy siguen siendo demasiado exigentes, será necesario invertir más energía.

    En el frente de la seguridad energética, se ha producido una clara reducción de la dependencia de otros países, favorecida por acciones de diversificación de la oferta y la planificación de nuevas infraestructuras e interconexiones.

    En cuanto a la dimensión del Mercado Interior de la Energía, se espera reforzar las interconexiones eléctricas y el acoplamiento del mercado con otros Estados miembros, así como desarrollar nuevas conexiones para el transporte de gas renovable, reforzando el papel de Italia como centro europeo de energía y suministro de energía renovable en el área del Mediterráneo.

    Además, el PNIEC da prioridad a los objetivos nacionales de Investigación, Desarrollo e Innovación con el fin de acelerar la introducción en el mercado de aquellas tecnologías necesarias para alcanzar los objetivos definidos por el Pacto Verde así como fortalecer la competitividad de la industria nacional.  Finalmente, por primera vez, el PNIEC ofrece un apartado específico dedicado al trabajo de la Plataforma Nacional para la Energía Nuclear Sostenible, que ha desarrollado hipótesis de escenarios en los que la conveniencia energética y económica de tener una participación en la producción nuclear, en sinergia y en apoyo a las energías renovables y otras formas de producción de energía con bajas emisiones. Según las hipótesis desarrolladas, la fisión nuclear y, a largo plazo, la fusión, podrían proporcionar alrededor del 11% de la demanda total de electricidad en 2050, con una posible proyección hacia el 22%. (ANSA) 

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