España despliega en Valencia el mayor número de efectivos de las Fuerzas Armadas que haya hecho en la historia en tiempos de paz con el envío de 5.000 militares más a los 3.000 ya desplegados para trabajar en las tareas de rescate y emergencia de la tragedia que ya se cobra 211 víctimas mortales, anunció hoy el premier, el socialista Pedro Sánchez.
Además, para evitar los pillajes que se están produciendo en los comercios abandonados, por los que se practicaron ya 86 detenciones, y “garantizar la seguridad en las calles” se duplicará la presencia de agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil con el envío de 5.000, hasta sumar 10.000.
Un buque anfibio de la Armada dotado de alojamientos y quirófanos llegará en las próximas horas al puerto de Valencia. “La situación que estamos viviendo es trágica, dramática, la inundación más grave que ha visto Europa en lo que va de siglo”, dijo Sánchez en una comparecencia institucional en La Moncloa sin admitir preguntas.
De momento hay 211 víctimas mortales identificadas, una cifra provisional ante las decenas de personas desaparecidas, a causa de las lluvias torrenciales que cayeron el pasado martes y que afectaron sobre todo a la provincia de Valencia. Cuatro días después de las lluvias, en la zona aún hay casas y garajes inundados, localidades incomunicadas y sin ninguna tienda de comestibles en funcionamiento, y personas que no tienen acceso a agua ni alimentos.
Aunque “se está trabajando sin cesar hasta que la ayuda llegue a todo el mundo”, dijo Sánchez, admitió que “la respuesta que se está dando no es suficiente, se que hay problemas y carencias severas, aún hay servicios colapsados, municipios sepultados por el lodo, gente desesperada buscando a sus familiares, personas que no pueden acceder a su domicilio, hogares destrozados y sepultados por el barro. Sé que tenemos que mejorar y que darlo todo”, manifestó Sánchez.
Pero, añadió, “tenemos que darlo juntos, unidos. Ya habrá tiempo de analizar negligencias y reflexionar sobre cómo mejorar el reparto de competencias ante situaciones como esta. Ya habrá tiempo de depurar responsabilidades y aprender a enfrentar el cambio climático”.
La Agencia estatal de meteorología (AEMET) emitió en la mañana del martes una alerta roja ante la previsión de las lluvias torrenciales en Valencia, pero el gobierno regional de Valencia, presidido por Carlos Mazón, del Partido Popular (PP), no emitió la alerta a la ciudadanía -tarea de su competencia- hasta las 20:00 horas locales, cuando ya había empezado a llover con fuerza y en muchos sitios el agua alcanzaba dos metros de altura. Según los expertos, con una alerta a tiempo a la ciudadanía se habrían salvado muchas vidas.
Muchas personas murieron en el interior de sus automóviles en las carreteras y en pisos bajos de sus casas y garajes, adonde acudieron a poner a salvo sus vehículos, momento en el que fueron sorprendidos por la tromba de agua. El gobierno, dijo Sánchez, autorizó al ejecutivo de Valencia a realizar todos los gastos de urgencia que necesite sin límite, y por otro lado, inició los trámites para solicitar la ayuda del Fondo Europeo de Solidaridad.
El Consejo de Ministros del próximo martes aprobará la zona “gravemente afectada” y se impulsará la reconstrucción y el relanzamiento económico de estas zonas. El operativo desplegado realizó hasta el momento 4.800 rescates y auxilió a 30.000 personas en viviendas y carreteras. Ya se han retirado 2.000 coches y camiones dañados, el 94% del suministro eléctrico fue restablecido y se recuperaron la mitad de las 550.000 líneas telefónicas cortadas, mientras se van abriendo al tráfico algunas del centenar de carreteras cortadas.
Se están repartiendo miles de litros de agua, y raciones de alimento e instalando plantas potabilizadoras y letrinas portátiles. Además, se han reforzado los equipos de levantamiento de cadáveres e instalado morgues móviles.
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