(ANSA) - TURIN 24 MAR - Perdió la vista primero de un ojo y luego del otro, afectado por dos patologías diferentes muy graves, y parecía destinado a una ceguera total e irreversible, pero, a los 83 años, volvió a ver, después de seis calendarios, gracias a una operación realizada por primera vez en el mundo en el hospital Molinette de Turín.
Una intervención quirúrgica, que duró cuatro horas, permitió la reconstrucción del otro ojo con la parte del primer ojo.
"Agradezco sinceramente a los médicos por su valentía", comentó Gabriella Bosco, la hija del hombre de Castiglione Torinese, en el área metropolitana de Turìn.
"Agradezco por la pasión y la profesionalidad que nos dedicaron y si pudiera pedir un deseo hoy, me gustaría que este hecho se convierta en normal y no solo en un episodio apasionante y único", acotó. "Mi padre decidió en unos días emprender esta nueva aventura", dijo la mujer.
"Es un optimista intrépido", convalidó el equipo médico del Molinette, que ensayór una innovadora intervención: con un tercio del ojo izquierdo, el primero en perder funcionalidad, hace treinta años, a causa de una ceguera retiniana irreversible, reconstruyó el ojo derecho, que se había apagado progresivamente debido a una rara enfermedad crónica, el pseudo penfigoide ocular, que había destruido la córnea y la superficie ocular.
La cirugía fue realizada por el profesor Michele Reibaldi, director de la Clínica Universitaria de Oftalmología del hospital Molinette de la Citta della Salute de Turín, experto cirujano de retina, y el profesor Vincenzo Sarnicola, presidente de la Sociedad Italiana de Córnea y Superficie Ocular y asesor al directorio de la Sociedad Italiana de Ciencias Oftalmológicas, asistido por la colaboradora Enrica Sarnicola.
La operación consistió -explicaron los médicos- "en tomar una muestra del ojo izquierdo, irrecuperable desde el punto de vista funcional, pero con la córnea y superficie ocular en buen estado de salud, toda la conjuntiva, toda la córnea y dos milímetros de esclerótica, en una sola pieza".
Finalmente se reconstruyó el ojo izquierdo, sólo con fines estéticos, con tejido de donante.
Dos semanas después de la operación, el paciente, que vive en la provincia de Turín, volvió a ver con su ojo derecho, reconoció personas y objetos y pudo moverse de forma independiente.
"Cuando desperté y comencé a ver el contorno de mis dedos y mano, era como si hubiera nacido de nuevo", dijo el hombre anciano.
"Esperamos un éxito duradero -dicen Reibaldi y Sarnicola-, porque el ojo derecho ha sido reconstruido con los propios ojos del paciente y, por tanto, potencialmente está a salvo de los problemas de rechazo que han aquejado a los trasplantes anteriores".
El presidente de la Región, Alberto Cirio, invita ahora al hombre que recuperó la vista al rascacielos de la institución, para mostrarle "el espléndido panorama de Turín desde el piso 43".
En ese caso -publicó el funcionario en redes sociales- los milagros no tienen nada que ver, sino la extraordinaria competencia de nuestros médicos y trabajadores de la salud que confirman una vez más la excelencia de nuestra atención médica y de la Citta della Salute de Turín", el reputado complejo médico y hospitalario de la ciudad. (ANSA).