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SOS para cielo estrellado, 100 mil satélites

Astrónomos: los últimos son más brillantes que las estrellas

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA 2 OCT - Los satélites en órbita están cerca de llegar a los 100.000, una cifra increíblemente alta que pone en riesgo la observación del cielo estrellado, el estudio del universo e incluso la radioastronomía, ahora amenazada por la llegada de una nueva posible constelación de telecomunicaciones cuyo prototipo se llama BlueWalker 3.
    Los astrónomos de la Unión Astronómica Internacional, liderados por Sangeetha Nandakumar, de la Universidad de Atacama, en Chile, lanzaron un SOS para salvar el cielo de las interferencias de los satélites en la web de la revista Nature.
    "El problema de los numerosos satélites en órbita no es simplemente que su paso arruina nuestras fotografías, sino que constituye un grave problema para el estudio de la astronomía", afirmó desde el simposio de Astronomía y Constelaciones de Satélites en La Palma, el astrónomo de la Universidad de Padua Piero Benvenuti.
    En los últimos años, el cielo se está poblando de una gran cantidad de satélites de distintos tipos, en particular para las telecomunicaciones, como la constelación Starlink, de Elon Musk, que en solo 4 años puso en órbita más de 3.000 satélites, muchos más que los lanzados hasta ahora en más de 50 años de historia espacial.
    Puede ocurrir que podamos ver estos satélites a simple vista, pero esto solo ocurre en determinadas circunstancias, dependiendo de los horarios y la posición en el cielo, y durante unos minutos durante los cuales pueden ser muy brillantes, hasta el punto de que supera al de la mayoría de las otras estrellas.
    El problema no está en su brillo, sino en su propia presencia que deja las 'líneas' a su paso.
    Se trata de "ruidos que pueden inutilizar importantes campañas de observación para comprender el universo. A menudo, estas rayas pueden eliminarse, pero - prosiguió Benvenuti - en el peor de los casos pueden alterar los datos sin que nadie se dé cuenta, creando graves problemas para la investigación".
    Hoy en día hay unos cuantos miles de satélites en órbita, pero dentro de unos años el número podría dispararse: solo Starlink espera superar los 10.000 satélites, a los que habrá que sumar decenas de otras constelaciones similares, como OneWeb o Kuiper. "Se estima que pronto podríamos tener hasta 100.000", dijo Benvenuti.
    Una nueva amenaza proviene ahora del BlueWalker 3, un prototipo de satélite lanzado en 2022 por la empresa AST SpaceMobile y equipado con una enorme e innovadora antena de 64 metros cuadrados para comunicaciones telefónicas.
    En algunas condiciones, BlueWalker 3 es uno de los objetos más brillantes del cielo, pero el mayor peligro proviene de su potente antena, que transmite en frecuencias similares a las de los teléfonos inteligentes.
    Una frecuencia sobre la que existen estrictas regulaciones en la Tierra (pero no en el espacio) y que interfiere con la radioastronomía, un sector científico en rápido crecimiento que permite comprender algunos de los secretos del universo.
    Pronto a BlueWalker 3 le seguirán cientos de satélites aún más grandes, una nueva maxiconstelación que desafiará la radioastronomía, como el futuro observatorio Ska, formado por cientos de antenas repartidas entre Africa y Australia.
    "Es necesario encontrar un acuerdo entre los gestores de las constelaciones y la comunidad científica", añadió Benvenuti.
    "Por el momento -concluyó- la única posibilidad es obtener información muy detallada, mucho más que la que se ha hecho hasta ahora, sobre el paso de cada satélite en tiempo real, para que podamos estar informados y saber cómo eliminar el ruido.
    (ANSA).
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