(ANSA) - TURIN, por Claudia Tomatis - Es posible que la biopsia de un ganglio linfático de la axila en caso de cirugía por cáncer de mama ya no sea una práctica para todas las pacientes cuya enfermedad mamaria se encuentra en sus primeras etapas.
De hecho, un estudio publicado en la revista científica internacional Jama Oncology concluye que para una de cada cuatro mujeres la disección del ganglio centinela se puede evitar, sin que esa omisión afecte al tratamiento ni a la posibilidad de recuperación.
Se trata del estudio internacional Sound, en el que participaron catorce centros internacionales y que reunió a 1.463 mujeres de todas las edades que padecían cáncer de mama con un diámetro inferior o igual a dos centímetros, con ganglios linfáticos axilares libres de enfermedad en la ecografía realizada antes de la operación.
La Unidad de Mama del hospital Sant'Anna de la Ciudad de la Salud de Turín contribuyó al ensayo, reclutando el mayor número de pacientes después del Instituto Europeo de Oncología de Milán, centro coordinador del estudio.
El responsable del estudio en la Unidad de Mama de Sant'Anna de Turín fue Mauro Porpiglia, perteneciente a la Universidad de Ginecología y Obstetricia 1, dirigida por Chiara Benedetto, ambos entre los autores de la publicación.
Los pacientes involucrados se dividieron en dos grupos: los del primero (control) se sometieron al tratamiento estándar de extirpación de la lesión tumoral y el ganglio linfático centinela axilar, los del segundo (experimental) omitieron la cirugía axilar.
Al final de las terapias postoperatorias (hormonal, quimioterapia, radioterapia) los pacientes fueron sometidos a controles periódicos y, tras un período de observación de más de cinco años, no surgieron diferencias en términos de recurrencia y supervivencia. "La posibilidad de evitar la biopsia de un ganglio centinela en el caso de un cáncer de mama con determinadas características aún no es una excepción a la norma", destacó Porpiglia.
"Antes, la norma era extirpar quirúrgicamente el cáncer de mama y los ganglios linfáticos de la axila. A principios de los años 1990, Umberto Veronesi tuvo la idea de tratar a los pacientes con cáncer en fase inicial de una forma diferente, en el caso en el cual, en la ecografía, los ganglios axilares estaban limpios. La idea era hacer una biopsia de solo un ganglio linfático y se convirtió en el estándar para pacientes con cáncer en etapa temprana".
La investigación internacional en cuestión va ahora más allá y concluye que en tumores "con determinadas características y en mujeres en menopausia, evitar la disección del ganglio centinela no compromete el resultado y, en consecuencia, elimina una serie de efectos secundarios", especialmente entumecimiento, hormigueo y dolor en el brazo, gracias a intervenciones menos invasivas, que por tanto mejoran la calidad de vida de los pacientes.
"Esto significaría también - concluye el médico - obtener tiempos quirúrgicos más cortos y menos consecuencias, reduciendo potencialmente también los costes para el sistema sanitario nacional". (ANSA).
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