(ANSA) - ROMA - La depresión avanza entre los italianos, a lo que contribuye una situación social y económica difícil, marcada por el conflicto en Ucrania que se desencadenó en 2022 y el nuevo conflicto palestino-israelí. Así se desprende de un estudio de Massimo Cozza, director del Departamento de salud mental ASL Roma 2, extraído del análisis de datos del reciente Informe de salud mental del ministerio de Sanidad de 2022.
Del análisis emerge que aumenta en 2 millones de euros el gasto bruto total en antidepresivos, que supera los 400 millones (de media más de 6 euros al año por cada italiano) con un número de cajas proporcionadas de cerca de 38 millones, una media nacional de más de una caja por cada dos personas, cifra que lleva a un aumento de más de 300.000 respecto a 2021.
Un número elevado de consumos de antidepresivos respecto a la media nacional se registra en Toscana, Liguria y Umbria, mientras que es menor en Friuli Venezia Giulia, Campana y Puglia. Del estudio se desprende también que la patología más frecuente entre los 776.829 usuarios psiquiátricos asistidos en los servicios territoriales es precisamente la depresión, con 174.257 usuarios y un crecimiento del 1,6% respecto a 2021.
Se trata de todas formas de una cifra baja si se compara con la estimación de casi 3 millones de italianos que sufren depresión, que en un 40% de los casos no piden ayuda a profesionales sanitarios.
"El aumento de la depresión puede ser debido no solo a la pandemia sino también a una situación social y económica difícil, teniendo en cuenta que en febrero de 2022 estalló la guerra cerca de nosotros con la invasión de Rusia a Ucrania", explica Cozza. "El conflicto israelo-palestino, si se extendiera, podría alimentar nuevos sentimientos de miedo y depresión, en particular en las personas más frágiles desde el punto de vista emotivo y social. La depresión puede ser tratada con intervenciones psicoterapéuticas y psicofarmacológicas, además de posibles intervenciones de carácter social".
El experto subraya la necesidad de "mayores recursos, comenzando por psiquiatras y psicólogos psicoterapeutas en los departamentos de salud mental, a los que se destina el 2,72% del fondo sanitario nacional frente al 5% necesario. En términos absolutos se necesitarían casi 3 mil millones". (ANSA)