(ANSA) CREMONA - Tocaba el bongó mientras un equipo de médicos a su alrededor le extirpaba un tumor de la Ínsula, una zona muy delicada del cerebro de la que dependen funciones importantes como el lenguaje, el movimiento y la creatividad.
"Y precisamente por eso es decisivo hacer tocar al paciente durante la operación", explica Antonio Fioravanti, jefe del equipo de Neurocirugía del Hospital de Cremona, que realizó esta compleja cirugía con el paciente despierto.
El paciente, Sergio, de 39 años, físico criogénico e investigador en Barcelona, ;;se encuentra bien, "aunque me choca pensar que alguien ha tocado mi cerebro, el lugar de los pensamientos, los sentimientos y la memoria".
Recuerda poco de la operación: la preparación, el momento de la anestesia y un mal sabor de boca. Y luego la música que eligió, siguiendo las instrucciones de los médicos, y que interpretó durante la operación, manteniendo el ritmo, tocando el bongó, dos pequeños tambores, mientras los cirujanos completaban las maniobras para extirpar el tumor.
"Nunca se me hubiera ocurrido actuar en el quirófano en unas condiciones tan difíciles, parecía que estaba viviendo un sueño", explica Sergio, que hasta hace unos años tocaba la batería. Tanto es así que cuando los cirujanos le pidieron que parara, volvió a preguntar: "¿Puedo tocar 10 minutos más?". (ANSA).
Tocaba el bongó mientras lo operaban del cerebro
Sucedió en un hospital de Cremona.