(ANSA) - WASHINGTON, 10 APR - "En la universidad se puede
hablar de todo, se puede expresar cualquier pensamiento, incluso
el más radical, urticante y lejos de la sensibilidad de los
propios interlocutores, pero el único límite absolutamente
infranqueable es la violencia", dijo la ministra de la
Universidad y la Investigación (MUR), Anna Maria Bernini, al
reunirse con la prensa italiana al fin de su visita a Estados
Unidos.
Lo dijo al responder a una pregunta acerca de las
protestas en los ateneos italianos contra Israel.
"La universidad -agregó- no es una zona de impunidad, una
zona franca donde se pueden cometer delitos en nombre de la
libre manifestación del pensamiento".
Italia y Estados Unidos reforzaron su asociación científica,
al firmar un acuerdo marco, en Washington, entre la ministra
Bernini, acompañada por la embajadora de Roma, Mariangela Zappi,
con la National science foundation (NSF), la agencia federal
estadounidense que apoya la investigación fundamental con un
presupuesto anual de casi 10.000 millones de dólares.
El documento, explicó la ministra en la conferencia de
prensa, que tuvo lugar en la embajada italiana, servirá de
escenario para el lanzamiento de proyectos conjuntos en las
áreas científicas de avanzada de interés recíproco.
Las áreas prioritarias de específica colaboración serán
individualizadas mediante un "management plan" (plan de gestión
de recursos), en base a los cuales serán publicadas
convocatorias conjuntas ("call") para investigadores italianos y
estadounidenses.
Entre los nuevos sectores que serán considerados figuran las
tecnologías cuánticas y los materiales avanzados. Este
entendimiento amplía el ya suscrito en julio de 2022 sobre la IA
para el cual fue publicada la convocatoria conjunta el pasado
febrero para el respaldo a proyectos de investigación bilateral.
El MUR desembolsó ya un millón de euros, mientras la NSF no
tiene previsto techos financieros.
El anuncio está abierto y no tiene fecha de vencimiento. Los
proyectos recibirán un financiamiento mínimo de 500.000 dólares
de parte de cada país. Es la primera vez que un ente público
estadounidense financia colaboraciones con Italia más allá del
sector de la física.
Rubricados además acuerdos de interés con el Department of
energy (gestor de importantes laboratorios de investigación en
todo Estados Unidos y dotado de un presupuesto de casi 9.000
millones de dólares solo para el estudio), con el objetivo de
reforzar la ya fructífera colaboración con el LNFN.
Fue, en particular, establecido un marco de colaboración
específica para la investigación, el desarrollo y las
aplicaciones asociadas a técnicas de cálculo avanzado de la
información cuántica en la física de las altas energías y de las
astropartículas.
Un segundo acuerdo con el mismo departamento concierne a la
comprensión de la física de neutrinos a través del programa
DUNE.
Atención asimismo para la indagación en el sector de la
fusión nuclear y de las ondas gravitacionales. En la Casa
Blanca, Bernini mantuvo una minuciosa reunión con su homóloga
norteamericana, la consejera científica del presidente Joe
Biden, Arati Prabakhar, directora del Office for Science and
Technology Policy (OSTP).
El coloquio se centró en la importancia creciente de la
colaboración bilateral en el sector de la investigación y la
innovación y acerca del intercambio de las prioridades en el
marco del G7, en vista de la reunión ministerial Ciencia y
Tecnología, programada entre el 9 y el 11 de julio en Bolonia.
Temas, subrayó Bernini, en lo que existe "gran sintonía ocn
Estados Unidos". Entre los contenidos de común interés el
impacto de las tecnologías emergentes, la importancia de las
grandes infraestructuras de indagación y los centros de
supercálculo, la atención creciente en la seguridad delmundo de
la investigación respecto a interferencias externas, el rol de
la ciencia como instrumento de diplomacia internacional, la
importancia de la sostenibilidad ambiental y de las soluciones a
favor de la transición energética.
"Las normas nacionales e internacionales forman parte del
camino para regular la inteligencia artificial, pero no son
suficientes, se necesita algo más", apuntó Bernini, en su
encuentro con la prensa italiana. En su opinión, demasiadas
normas corren el riesgo de crear una "jaula" y volverse
rápidamente obsoletas para un tema que evoluciona tan
rápidamente.
"Debemos regularnos -explicó- sobre principios, darnos
códigos éticos y deontológicos. Por eso es muy importante hacer
alianzas globales, intercambiar mejores prácticas y darnos
códigos de conducta que garanticen también la seguridad y la
integridad de la investigación". (ANSA).
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Ministra Bernini, no a violencia en los claustros
Expresión sobre las protestas contra Israel. Visita a EEUU