Será una despedida especial del verano boreal, que dejará la escena el próximo 22 de septiembre con la llegada del otoño.
Efectivamente, el equinoccio comenzará a las 14.44 (hora italiana) y, a la espera de este acontecimiento, señala la Unión de Astrónomos Italianos (UAI), Saturno y Neptuno también se preparan para montar un espectáculo.
Septiembre es el mes de la Luna también gracias al ya tradicional evento de la Noche Internacional de Observación de la Luna (InOmn), que se celebra en todo el mundo y al que la UAI se adhiere invitando a asociaciones de astrónomos aficionados a organizar localmente eventos dedicados a la Noche de la Luna.
Ya hay numerosas iniciativas previstas, como lo indica el mapa interactivo accesible en el sitio web de la asociación.
Aunque la fecha oficial del evento es el sábado 14 de septiembre, la NASA permite el registro de iniciativas organizadas en fechas entre el 6 y el 24 de septiembre.
Pero sobre todo en el cielo de septiembre la Luna será el centro de atención debido al eclipse parcial que también será visible desde Italia.
"El evento será relativamente modesto", señalan los astrónomos aficionados de la UAI, ya que la magnitud (es decir, el porcentaje del disco lunar eclipsado) será de sólo el 0,08%, es decir, menos de una décima parte.
Incluso el momento no es el más conveniente porque el fenómeno será visible poco antes del amanecer. De hecho, el inicio de la fase parcial está previsto a las 4.12, la centralidad a las 4.44 y el final de la fase parcial a las 5.15.
"Sin embargo, se trata de un hecho poco frecuente, que - observa la AUI - merece ser señalado".
Saturno y Neptuno son los otros protagonistas del cielo de septiembre, ambos en oposición, lo que significa que ambos estarán en el punto de sus órbitas más cercano a la Tierra y diametralmente opuesto al Sol, y por tanto en las mejores condiciones de observabilidad.
La oposición de Saturno se espera para el 8 de septiembre, cuando el planeta estará a 1.295.233 km de la Tierra. El planeta es visible a simple vista y parece más brillante, pero con la ayuda de un telescopio las dos dimensiones aparentes parecen mayores y los anillos se pueden observar mejor. Estos últimos, observa la UAI, en los últimos meses "son visibles orientados casi de lado y, por tanto, parecen muy sutiles".
Para observar Neptuno, en oposición el 20 de septiembre, se necesita un telescopio. El planeta estará a 4.322.337 km de la Tierra.
Finalmente, en el cielo de septiembre, los tránsitos de la Estación Espacial Internacional y las constelaciones que marcan la transición entre los cielos de verano y otoño vuelven a ser visibles: partiendo de Pegaso, hacia el noreste, se encuentra la constelación de Andrómeda, donde incluso con unos simples binoculares se puede observar la galaxia del mismo nombre, seguida de Perseo con su forma que recuerda a una Y invertida y al norte hacia la Estrella Polar, se ve Casiopea, con su característica forma de W, cerca de la constelación menos llamativa de Cefeo. (ANSA).
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