Ha sido realizado por la Agencia espacial europea (ESA) y la agencia espacial alemana DLR, cerca del Centro de entrenamiento de astronautas de ESA, en Colonia.
La estructura, inaugurada hoy, permitirá experimentar tecnologías para la exploración lunar y entrenar a los astronautas que volverán al suelo lunar.
Su suelo está hecho de un polvo gris y está claveteado por pequeños cráteres, rocas puntiagudas, ligeras depresiones y grandes masas, mientras que un simulador solar reproduce el pasar del día a la noche.
El objetivo es facilitar la investigación y la experimentación de la tecnología espacial en condiciones realistas, ofreciendo de esta forma indicaciones útiles para las próximas misiones destinadas a la Luna, como las del programa Artemis impulsado por la NASA.
La idea, además, es poner a disposición esta estructura a agencias espaciales, universidades e industrias de todo el mundo.
Para el director general de ESA, Josef Aschbacher, "la apertura de Luna marca una hito importante en los esfuerzos europeos para la exploración espacial. Esta estructura única, con su capacidad de replicar las condiciones lunares, permite avanzar hacia nuestra conocimiento de la Luna y nos prepara para misiones futuras", añadió.
La pequeña Luna en la Tierra ocupa una superficie de 700 metros cuadrados, en la que el ambiente lunar ha sido replicado utilizando 900 toneladas de gránulos y rocas volcánicas derivadas del basalto, trabajadas para obtener un material que simula la Luna.
También hay una zona en la que es posible entrenarse haciendo perforaciones de hasta tres metros para obtener muestras, en la cual se simula también una capa de suelo congelado.
Las salas de control están conectadas en tiempo real con otros centros de control en Europa y en el mundo y se prevé también la conexión con Lunar Gateway, la futura estación espacial en la órbita lunar o incluso en la propia Luna para simulaciones de misiones en tiempo real.
También están previstos un simulador de la gravedad lunar, que es una sexta parte de la terrestre, y una rampa regulable para probar la mobilidad en las cuestas lunares.
Para Anke Kaysser-Pyzalla, presidente del Consejo de administración de DLR, "Luna contribuirá a optimizar nuestros preparativos para las actividades en la superfice lunar a través de la investigación de tecnologías e innovaciones para la exploración espacial".
Esto, añadió, "incluye la robótica y la inteligencia artificial, el uso de recursos locales y ciclos de conservación de los recursos y hasta sistemas energéticos regenerativos. Luna ofrece una gama única de elementos para la investigación científica y el desarrollo tecnológico bajo un mismo techo".
También para Daniel Neuenschwander, director de Exploración humana y robótica de ESA, "Luna representa un importante paso adelante en nuestros esfuerzos por preparar la exploración humana de la Luna y de otras. Replicando la superficie lunar y ofreciendo informaciones vitales sobre operaciones en superficie, esta estructura nos ayudará a enfrentar los desafíos de las futuras misiones espaciales". (ANSA).
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