Sobre la superficie de Caronte -el satélite más grande de Plutón-, de hecho, se halló anhídrido carbónico y peróxido de hidrógeno, que completan el "identikit" químico de esta luna junto a hielo de agua, compuestos que contienen amoníaco y materiales orgánicos responsables de la coloración gris y roja.
La luna Caronte ha sido ampliamente estudiada desde su descubrimiento en 1978. Solo ahora fue posible descender a un nivel más detallado y hallar indicios 1útiles para estudiar el origen de los cuerpos congelados en el Cinturón de Kuiper, donde se encuentran Plutón y otros planetas enanos, además de los efectos de la irradiación y de la descomposición de las moléculas en presencia de luz (fotólisis) sobre sus superficies.
"Más allá de la órbita de Neptuno existe una colección de pequeños cuerpos celestes que pueden ser considerados verdaderas cápsulas del tiempo, que permiten lanzar una mirada sobre el Sistema Solar primordial", dijo Protopapa en diálogo con ANSA.
Al mismo tiempo, sin embargo, estos objetos "están fuertemente expuestos a las radiaciones cósmicas o a impactos y estos procesos pueden alterar su estado original. Como consecuencia, observó la experta, "uno de los principales desafíos es hallar compuestos originales que ayuden a comprender la composición del disco protoplanetario", o sea, el disco de gas y polvo que dio origen al Sistema Solar. "Por esto -agregó- es importante comprender cuáles son los compuestos, sobre la superficie de los objetos trans-neptunianos, que quedaron intactos y cuáles se modificaron en el tiempo".
Entre estos está Caronte y la atención de los investigadores se concentró sobre esta luna de Plutón porque hasta ahora es el único objeto de medianas dimensiones del Cinturón de Kuiper del que se completó el mapa geológico. Lo obtuvo la misión New Horizons liderada por el Southwest Research Institute que trasvoló el sistema de Plutón en 2015. Con un diámetro de alrededor de 1.200 kilómetros, Caronte tiene la ventaja de no ser oscurecido por otros materiales volátiles, como metano o monóxido de carbono.
"A diferencia de muchos de los objetos más grandes del Cinturón de Kuiper -señaló la investigadora- la superficie de Caronte no está oscurecida por hielos altamente volátiles como el metano y proporciona, por lo tanto, preciosas indicaciones sobre cómo procesos como la exposición a la luz solar y la craterización influencian a estos cuerpos lejanos".
"Todos estos factores -reveló- sí hacen que Caronte pueda ayudar a comprender qué materiales permanecieron intactos y cuáles se modificaron con el tiempo", transformándose en "un punto de referencia para futuros estudios".
Esta luna de Plutón ofrece, por tanto, nuevos tejidos preciosos para "armar el rompecabezas de los compuestos presentes en el disco protoplanetario".
Según Protopapa, los datos sugieren que "el estrato superior de anhídrido carbónico provenga desde el interior y haya estado expuesto a la superficie a través de eventos de craterización.
El anhídrido carbónico es conocido por estar presente en las regiones del disco protoplanetario del que se formó el sistema de Plutón".
La presencia de peróxido de hidrógeno sobre la superficie de Caronte indica, además, que la superficie rica de hielo de agua de Caronte es alterada por la luz del Sol y por las partículas cargadas de energía del viento solar y de los rayos cósmicos galácticos. El peróxido de hidrógeno se forma a partir de átomos de oxígeno e hidrógeno procedentes de la ruptura del hielo de agua a causa de los iones, electrones y fotones en llegada.
(ANSA).
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