(ANSA) - ROMA 5 DIC - Eclipses de Sol a la carta para poder estudiar la parte más exterior de la atmósfera solar, la corona, para comprender mejor los mecanismos en el origen del viento solar y los enjambres de partículas que generan las tormentas geomagnéticas. Este es el objetivo de Proba 3, la misión de la Agencia Espacial Europea que es también un importante demostrador tecnológico.
De hecho, sus dos satélites volarán en formación con precisión milimétrica para producir eclipses.
Ambos fueron lanzados con éxito hoy, a las 10.34 GMT, desde el Centro Espacial Indio Satish Dhawan, administrado por la agencia espacial india Isro, con un cohete Pslv-XL (Polar Satellite Launch Vehicle).
Los dos satélites, el Occulter y el Coronagraph, fueron lanzados con un día de retraso debido a una anomalía en el sistema de propulsión del segundo satélite, que se resolvió a tiempo para el segundo intento de lanzamiento.
Proba-3 también ve la fuerte implicación de Italia, con el Observatorio de Turín del Instituto Nacional de Astrofísica, que desarrolló, realizado y probado el sistema que tiene la función de controlar el posicionamiento de Coronagraph, que alberga el telescopio que estudiará la corona solar.
Lo hará con un algoritmo específico, y los sensores del sistema estarán en grado de medir la posición con una precisión inferior a 0,5 milímetros, el nivel de precisión requerido para que los dos satélites en formación vuelen perfectamente alineados con el Sol.
El Instituto Nacional de Astrofísica (INAF, por sus siglas en italiano) también participó en la realización de un sistema compuesto por 3 LEDs situados en el centro de la superficie de Occulter frente al telescopio, que permitirá medir el desplazamiento relativo entre los dos satélites.
Los investigadores italianos también participarán en el análisis de los datos científicos recogidos por la misión.
"A bordo de la Proba 3 hay mucha tecnología italiana desarrollada por el INAF, que ahora seguirá las operaciones y las observaciones científicas", dijo a ANSA Silvano Fineschi, director de investigación del INAF en Turín.
El lanzamiento se llevó a cabo según lo previsto y, después de unos 18 minutos, los dos satélites se pusieron en órbita.
Para estudiar la corona solar, los dos satélites tendrán que alinearse exactamente con el Sol, volando a una distancia de 150 metros, de modo que el primero (Occulter) proyecte su sombra sobre el segundo (Coronagraph), oscureciendo el disco solar y dejando solo visible la corona.
Deben ser manejados al unísono, como si fueran una sola nave espacial virtual.
Esto demostrará un nuevo método para los gestores de misiones espaciales en el que las herramientas se comparten entre varios vehículos.
Sobre la Tierra, los eclipses solares totales ocurren en promedio cada 18 meses y duran solo unos minutos. Por lo tanto, los investigadores tratan de aprovechar al máximo estas oportunidades, pero no son suficientes para reunir los datos necesarios para conocer la actividad del Sol.
Proba-3 estará en grado de crear eclipses solares artificiales a petición, para permitir un estudio más profundo.
La órbita que seguirá será fuertemente elíptica, extendiéndose hasta más de 60. 000 kilómetros de la Tierra.
El vuelo de formación de los dos satélites se llevará a cabo a estas distancias, donde las perturbaciones debidas a la gravedad terrestre son mínimas y se necesita menos combustible para ajustar la posición. (ANSA).
En marcha la misión Proba 3, enfoque en los eclipses de Sol
Con dos satélites en formación y mucha tecnología italiana en el programa de la Agencia Espacial Europea.