Así lo demuestra el mayor estudio sobre cráneos humanos fósiles, que abarca un período de siete millones de años.
Utilizando métodos computacionales y estadísticos avanzados para llenar los vacíos en el registro fósil, los investigadores han descubierto que el aumento en el tamaño del cerebro ocurrió más rápidamente en los humanos modernos y en nuestros ancestros más recientes que en los más antiguos.
Además, resultó que el tamaño del cerebro aumentaba gradualmente en la evolución de las especies individuales y no con grandes saltos entre una especie y otra. Los cerebros de los neandertales también crecieron a lo largo de su historia evolutiva, contradiciendo la idea de que eran incapaces de adaptarse.
"Este estudio cambia completamente nuestra comprensión de cómo evolucionó el cerebro humano", dice el biólogo evolutivo Chris Venditti de la Universidad de Reading. "Anteriormente, se pensaba que el tamaño del cerebro aumentaba drásticamente en todas las especies, como ocurre con las actualizaciones entre los últimos modelos informáticos. Nuestro estudio, en cambio, muestra una actualización constante e incremental del software que se produce dentro de cada especie a lo largo de millones de años", acotó.
"Los grandes cambios evolutivos no siempre necesitan acontecimientos dramáticos: pueden ocurrir a través de mejoras pequeñas y graduales a lo largo del tiempo", añade el primer autor del trabajo, Thomas Puschel, de la Universidad de Oxford.
Los investigadores también descubrieron que, aunque las especies de cuerpos más grandes generalmente tienen cerebros más grandes, dentro de las especies individuales la variación en el tamaño del cerebro no siempre se correlaciona con el tamaño del cuerpo.
Por lo tanto, la evolución del tamaño del cerebro en escalas de tiempo más largas está determinada por factores diferentes de los observados dentro de especies individuales.
(ANSA).
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