Cecilia Sammarco y su Italia del trópico

(ANSA) - BOGOTA 22 FEB - "EredITA" es el nombre de la exposición de la artista plástica italiana Cecilia Sammarco (1989), hecha en los tonos y colores propios del trópico, pero en homenaje a su país, a la cotidianidad doméstica, al ser italiano.
    Son ocho pinturas de diferentes tamaños que evocan a una Italia bajo el influjo Caribe, por sus colores y brillos, pero en los que la artista plasmó su herencia, sus momentos contemplativos, sus recuerdos, los objetos de su hogar, sus películas y su música.
    "Es un trabajo sobre la herencia, especialmente vista como una herencia material de la cultura italiana y también del patrimonio doméstico que está alrededor de la familia", describió Sammarco, en diálogo con ANSA.
    "Mery por siempre", "Gelsomina", "Disco sole", "Pasqualino Marajá", "Oscura", "Nero a Meta'", "Casellario" y "Sucede en..
    La Gaiola", componen "eredITA".
    La artista y su obra llegaron a Colombia invitados por la galería Espacio KB y con el apoyo del Instituto Italiano de Cultura de Bogotá.
    "¡Amo la vida!", respondió Sammarco al referirse al significado personal detrás de la exposición que además de "eredITA" incluye "In giardino a mezzogiorno".
    Se trata de un cuadro de gran formato que representa a ocho mujeres de igual número de regiones: Abruzzo, Basilicata, Calabria, Campania, Molise, Puglia, Sicilia y Cerdeña.
    Son ocho mujeres bañadas por un mismo sol, una misma luz, pero todas diferentes, tan diversas como las regiones a las que representan.
    "Mi relación es muy bella con los hombres, pero conozco a las mujeres desde el punto de vista físico y de sus cuerpos", detalló Sammarco sobre el porqué ellas y no ellos en este cuadro.
    Sammarco es arquitecta de formación, pero sus intereses la llevaron por el camino de la ilustración y luego a la pintura.
    El 6 de junio de 2019 en la isla de Ponza, en el mar Tirreno, sufrió un accidente que lesionó sus vértebras cervicales, de manera que su trabajo ahora implica un mayor esfuerzo y el uso de una "fascetta", una suerte de abrazadera que pone en su mano y que le permite sostener el pincel.
    Pintar para ella no es tan fácil como lo fue antes, pero ha encontrado la manera de volver a los lienzos y los pinceles, ubicando su cuerpo de manera distinta, esforzándose en cada trazo.
    "Me tomó mucho tiempo hacer la obra y esta es la primera vez que vuelvo a dibujar sobre gran formato; he gastado mucho tiempo y he tenido mucha fatiga", reconoció la artista plástica en entrevista con ANSA.
    También admitió que la "felicidad" es la única razón política detrás de esta exposición.
    "Espero que la política nos permita ser felices, pero no para pelearnos", sugirió.
    Su viaje a Bogotá fue el primero que realizó desde el accidente. Ella regresará esta semana a Italia, pero sus cuadros se quedarán en Colombia, donde su colorido y alegría no desentonan y evocan esa cercanía de Italia con el trópico.
    (ANSA).