La cinta la protagoniza Karra Elejalde, que da vida a Jonás, un viejo solitario que vive refugiado en un mundo imaginario, una nave espacial en un planeta extraño, Kepler, que ha construido en su departamento de un barrio humilde para protegerse de su cruda realidad.
Ópera prima del español Alejandro Suárez, fue presentada, fuera de concurso, en la Sección Oficial Málaga Premiere.
"El cine de género te permite entrar en un código y contar cosas más profundas. Siempre me han atraído personajes alineados que crean mundos, como El Quijote. Es hacer ciencia ficción sin hacer una película de ciencia ficción", afirmó Suárez en la presentación.
Elejalde ("Ocho apellidos vascos", "Mientras dure la guerra") ve en la cinta, en la que aparece enfundado en traje de astronauta, "un homenaje al Quijote" y describe a su personaje como "un visionario que no ve gigantes y molinos, sino cucarachas y bichos".
Para el actor el gran reto para interpretar a Jonás fue "hacer que un hombre senil tuviera capacidad para manejarse en su nave. Pero se justifica porque de niño había jugado a la astronáutica con sus hijos, y había trabajado en el mantenimiento de un planetario".
Al igual que "las novelas de caballería marcaron al Quijote, Jonás había leído y visto novelas y películas de ciencia ficción".
Siendo "una fábula, tenía que ser verosímil", subrayó el actor.
El director apuntó que "dentro de la fantasía y lo onírico de la película, no quería perder la base realista".
Para él uno de los mayores retos fue "pasar de un mundo imaginario al de la realidad, como la escena de costumbrismo de golpe cuando le llega a Jonás, que vive en su nave construida en su piso, una orden de desahucio".
En la cinta el encuentro de Jonás con Zaida (Daniela Pezzotti), quien vive con su padrastro, permitirá a ambos salvarse al embarcarse en una surrealista misión de rescate fuera de las inclemencias de la vida.
En ese mundo real "construí muchos villanos, pero no les quería hacer arquetípicos y busqué la humanidad en cada personaje".
Suárez destaca el "punto de vista inocente de los dos personajes", Zaida, una niña, y Jonás quien "ha perdido la cabeza y no quiere ver la realidad, así que la imaginación, la ciencia ficción, me permite hablar de estos males de la sociedad de una forma seria, y al mismo tiempo divertida".
La 26 edición del Festival de Málaga, centrado en el cine en español y que proyecta más de 200 películas, se inauguró el pasado día 10 y se clausura el próximo domingo. (ANSA).
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