(ANSA) - Por Patrizia Antonini - Brasil inició la primera traducción de su Constitución en Nheengatu, "el esperanto de la Amazonia".
Una iniciativa "divisoria de aguas, de alto valor simbólico y político", como explica en una entrevista a ANSA el coordinador del proyecto, el presidente de la Biblioteca Nacional, Marco Lucchesi.
"La Constitución brasileña es una respuesta a la dictadura militar. Es una redacción extensa y en continua actualización.
Un pasaporte lleno de sellos y timbres que se hicieron necesarios para alcanzar la orilla democrática, en un momento de grandes tensiones", afirma el estudioso ítalo-brasileño, de origen toscano.
"Por muchos años se dijo que Brasil era un país con una sola lengua. Evidentemente una provocación ideológica, un intento de borrar una riqueza enorme: un patrimonio de un millar de lenguas, como atestigua la obra del antropólogo José Ribamar Freire Bessa, el 'Rio Babel'", observa.
Esta iniciativa, advierte Lucchesi, marca una "reconquista de las lenguas amenazadas por el genocidio de los últimos 500 años, y más recientemente por la Administración de Bolsonaro. Es un modo para prender los faros sobre aquella zona que fue siempre considerada una materia oscura, inexistente, y monoglota. Es la demostración de que se trata, en cambio, de una materia de luz, de lenguas, de libertad, parte de la grandiosa polifonía de esta nación.
El proyecto, destinado a dar nuevos impulsos, nació por voluntad de la presidenta del Tribunal Superior Federal y del Consejo Nacional de Justicia (CNJ), Rosa Weber, durante un viaje al Vale do Javari, en la Amazonia, donde el pasado año fueron asesinados el indigenista Bruno Pereira y el periodista inglés Dom Phillips.
Un viaje que fue además ocasión de encuentro con miembros de pueblos indígenas como los Marubo, los Kanamari, los Korubo y otras tribus de contacto más reciente. Y en un momento en el cual surgió la necesidad de tener que facilitar la comunicación entre dos mundos.
La lengua elegida para la traducción de la Constitución fue la Nheengatu, "una suerte de esperanto de la Amazonia, nacida de las experiencias de las poblaciones indígenas, y capaz de dialogar con el portugués, del que mutua varias palabras".
Un "italiano de la selva para el sonido y la riqueza de vocablos", según Lucchesi.
Un idioma del que el Ochocientos se enamoró el explorador borgotaro Ermanno Stradelli, que le dedicó un precioso vocabulario enciclopédico.
La presentación del proyecto, en el que trabajaron 15 traductores, un grupo de expertos lingüistas, y una asesoría jurídica del CNJ disponible 24 horas al día, está prevista entre agosto y setiembre, en Sao Gabriel da Cachoeira, en el extremo de la Amazonia, donde el Nheengatu es una lengua oficial, hablada aún difusamente.
El documento será luego conservado en la Biblioteca Nacional, como "memoria" del país. Y junto a este proyecto están floreciendo ya otros.
El CNJ, meses atrás, dispuso la traducción del Reglamento Penal de la audiencia de custodia a quince lenguas. Mientras en el Mato Grosso se trabaja en la transposición, en varias lenguas locales, de la ley Maria da Penha, una norma dedicada a la defensa de las mujeres.
Constitución brasileña en versión indígena
En marcha la primera traducción en Nheengatu, "el esperanto de la Amazonia"