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Calvino, las ciudades y el amor por antigüedad

Muestra hasta el 14/4 por centenario del escritor

Memorias de Italo Calvino.

Redazione Ansa

(ANSA) - "Tengo dos libros de chevet: il De Rerum natura di Lucrezio y le Metamorfosi di Ovidio. Me gustaría que todo lo que escribo se refiera a uno o al otro, o a ambos".
    Es junio de 1985, pocos meses antes de su prematura muerte, y en una entrevista, Calvino relata así su profunda relación con el mundo y la literatura latina.
    Quizás menos conocido sea su amor por la arqueología, que pasó por su estima por dos expertos como Salvatore Settis y Andrea Carandini, hasta el punto de que pasó (y luego escribió) un día entero observando los trabajos de excavación en Villa Settefinestre, en Toscana.
    Precisamente por esta pasión, como parte del programa oficial de las celebraciones del centenario del nacimiento del autor de "Le Cosmicomiche" y "Le città invisibili" (1923-1985), las Termas de Caracalla acogen "Sfida al labirinto. Calvino, le città, i ritratti di Tullio Pericoli" (Desafío al laberinto.
    Calvino, las ciudades, los retratos de Tullio Pericoli), muestra que hasta el 14 de abril de 2024 vuelve al público un retrato inédito del escritor.
    Promovido por la Superintendencia Especial de Roma y organizado por Electa, en colaboración con el Archivo Tullio Pericoli, el proyecto, según la superintendente Daniela Porro, "toma su título de uno de los ensayos más famosos aparecidos en 1962 en Menabò, la revista que Calvino había editado con Elio Vittorini".
    Comisariado por Nunzio Giustozzi y Giulio Carlo Pantalei, el recorrido por las salas del spa recoge fotografías, dibujos y documentos, en su mayoría inéditos, para contar la historia de su polifacética y variada actividad.
    "Calvino - dicen los comisarios - dijo que todos nos encontramos inmersos en un laberinto y de alguna manera debemos encontrarnos humanos. Las artes, ante todo, nos ayudan. Pero debemos encontrar nuevamente una imagen cósmica. Tomando esto como punto de partida, intentamos reconstruir a Calvino como humano y cósmico".
    Hay tres secciones de la historia, a partir de los planos del autor, desde Sebastiao Salgado hasta Renate von Magoldt, que lo retratan en una especie de mapa sentimental de las "ciudades visibles" en las que Italo se convirtió en Calvino: Turín, París, Nueva York, Roma y el refugio Roccamare, en Toscana.
    Aquí también descubrimos a otro Calvino inédito, con dos temas escritos por él: Canzone Sad del Cantacronache experimental del 58 y Turín la Nuit o Roma de noche, el último tema, nunca grabado en su momento, escrito siempre para el Cantacronache de Piero Santi, cuya partitura se perdió y que, gracias al compositor Giannantonio Mutto y a la cantante Grazia De Marchi, ahora vive en el aire en la exposición.
    La segunda sección reúne por primera vez las fieles reproducciones de todos los dibujos y pinturas que Tullio Pericoli dedicó al visionario escritor, del que era amigo desde los años 60 cuando ilustraba algunas novelas de Cómic Cósmico en los periódicos.
    Por último, su amor por la antigüedad y aquella "esclarecedora" jornada de excavaciones en Villa Settefinestre, en la que, como afirma hoy la directora de las Termas de Caracalla, Mirella Serlorenzi, "por primera vez se aplicó sistemáticamente el método estratigráfico moderno".
    Calvino, curioso conocedor, comprende inmediatamente la esencia de la cuestión arqueológica, también desde el punto de vista interpretativo. (ANSA).
   

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