Los cuerpos contorsionados de las víctimas de la erupción del Vesubio en el año 79 d.C.
Desde la entrada de Piazza Anfiteatro, atravesando el tramo de paseo entre el verdor bordeado por las antiguas tumbas de la necrópolis de Porta Nocera, los visitantes llegan ahora a un lugar único, lleno de sacralidad y compasión.
La nueva zona, ahora utilizable tras las intervenciones de mantenimiento y mejoras, muestra cuatro moldes de las víctimas.
Solo uno se encuentra en la posición original del descubrimiento. Se trata de un hombre adulto, de aproximadamente 1,80 metros de altura, en decúbito prono con las piernas separadas, cubierto en la espalda por una túnica. El yeso se dejó en su posición original directamente sobre el lapilus.
Otras dos víctimas fueron encontradas no muy lejos, entre Porta Nocera y la Torre II de la fortificación: un adolescente tendido sobre su costado izquierdo, con las piernas dobladas hacia adelante y restos de túnica en la espalda y el abdomen, además de las suelas de sus sandalias; y un adulto acostado sobre su lado derecho con brazos y piernas doblados, restos de la túnica y suela de la sandalia izquierda.
El último elenco de este grupo fue un joven de entre 7 y 19 años, inicialmente pensado como un hombre mayor, acostado sobre su costado derecho, el cual conserva la huella de una fina tela en su barbilla, mientras que en sus pies vestía sandalias con cordones.
Las huellas en el molde de un palo, un cuenco de madera y una bolsa hicieron creer que se trataba de un mendigo.
"Los moldes de las víctimas nos muestran la agonía de las personas que murieron durante la erupción del Vesubio en el año 79 d. C., algunas décadas después de los acontecimientos que conmemoramos en estos días de Pascua", explica el director del parque, Gabriel Zuchtriegel.
"Son una invitación a recordarnos que más allá de los huevos de chocolate, hay una historia de hombres y mujeres que nos ha sido transmitida, y que Pompeya puede ayudarnos a comprender ese mundo en el que tienen sus raíces muchos elementos de nuestra cultura, entre ellos la Cristiandad", completó.
La erupción del monte Vesubio del año 79 fue una de las erupciones volcánicas más famosas, catastróficas y mortíferas de la historia de Europa, que fue presenciada y documentada por Plinio el Joven. Tradicionalmente, se cree que ocurrió la noche del 24 de agosto.
La catástrofe alcanzó a las ciudades de Pompeya, Herculano y Estabia, que quedaron sepultadas por varias capas de ceniza volcánica y no serían excavadas hasta el siglo XVIII, así como otras zonas circundantes.
El total de habitantes en estas ciudades era entre 16.000 y 20.000 personas; los restos de cerca de 1500 personas han sido encontrados en Pompeya y Herculano, pero el total de fallecidos es desconocido. (ANSA).
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