La recuperación de dos obras de la masacre en los Uffizi

 Dos obras maestras "devueltas a la vida" tras la destrucción causada por la bomba de la masacre mafiosa de los Georgófilos, son protagonistas de una muestra-advertencia organizada simbólicamente por los Uffizi de Florencia en ocasión del 31 aniversario del atentado que el 27 de mayo de 1993, que causó cinco víctimas y graves daños a decenas de obras y parte de la misma Galería.
    Los cuadros, ofrecidos a la visión del público junto con sus copias de época, son los grandes lienzos del "Concerto" y de los "Giocatori di carte", ambos del pintor caravaggesco del siglo XVII Bartolomeo Manfredi.
    La exposición será visible del 26 de mayo al 28 de julio, en la planta baja de la Galería.
    A su lado, la proyección de un video documental con los testimonios de época de los bomberos que prestaron los primeros auxilios, y de los trabajadores del museo que intervinieron la misma noche de la bomba para intentar limitar los daños.
 "Recordar el gravísimo atentado -dijo el director de los Uffizi, Simone Verde- es un deber cívico de todos, empezando por el museo que fue víctima de ese atentado, junto con cinco personas inocentes".
    "Por eso, en cuanto entraron en la Galería, todos los visitantes, incluso aquellos que nunca supieron lo que sucedió en 1993, gracias a esta exposición tendrán la oportunidad de aprenderlo. No sólo eso. Exponer las dos obras maestras arrancadas a la devastación de lo que fue sin duda uno de los capítulos más oscuros de la historia republicana, infunde en quien mira un mensaje de fuerte determinación civil para el futuro", añadió.
    El "Concerto" fue la primera obra que fue sometida a intervención y parcialmente recuperada unos meses después de la masacre en 1993. Los Giocatori di carte" fueron en cambio el último, con una operación especial realizada precisamente con motivo del recuerdo de la masacre en 2018.
    Ambos cuadros se encontraban colocados a lo largo de la escalera de acceso al Corredor Vasariano: el impacto de la explosión de los 277 kilos de trotil fue tal que destruyó grandes porciones de la pared exterior y desintegró casi por completo las pinturas.
    Pero en las horas siguientes se recogieron miles de fragmentos de los lienzos catalogados y se dejaron de lado cuidadosamente y luego se utilizaron para ser restaurados y recomponer su integridad parcial. (ANSA).