(ANSA) - ROMA 1 JUL - El Ministerio de Cultura de Italia
(MIC) participa activamente en sus redes sociales para promover
los tesoros del arte, los sitios y el patrimonio cultural
italiano.
A partir de hoy, todos los lunes, llega a las redes sociales
del Ministerio de Cultura "Descubre los tesoros de la #Cultura y
explora la belleza de nuestro patrimonio", una especie de
columna que cada semana propondrá el descubrimiento de nuevos
destinos, a menudo ignorados por el gran público.
Esta semana el foco de atención del MIC se centra en el
Códice de Santa Marta conservado en el Archivo Estatal de
Nápoles, una colección de escudos de reyes y reinas y de un gran
número de nobles, registrados, entre 1400 y 1600, en una
prestigiosa hermandad, el Collegium Disciplinatorum Sanctae
Marthae, que tenía su sede en la iglesia del mismo nombre,
ubicada en el antiguo centro de Nápoles.
El Códice, restaurado en 2001 por el Centro de
Fotorreproducción, con ecuadernación y Restauración del Archivo
del Estado, está ensamblado mediante hojas de pergamino en las
que se iluminaban los escudos de los ilustres miembros de la
Cofradía, desde los últimos angevinos hasta los soberanos
aragoneses, desde los virreyes españoles hasta los
representantes de las principales familias del Reino.
El Código se conservó entre las cosas notables de la
Cofradía durante todo el siglo XVII y estuvo al cuidado del
sacristán de la iglesia de Santa Marta, escapando milagrosamente
del incendio y saqueo que destruyó todo lo que había en la
iglesia en 1647. Fue descrito en detalle por Giulio Biondo, que
vivió a mediados del siglo XVII, en un manuscrito, también
conservado en la biblioteca de los Archivos del Estado.
Una vez que dejó de existir la Cofradía de Santa Marta en
1742, no hubo más noticias del Códice y del manuscrito, que
siempre han viajado juntos, durante aproximadamente un siglo.
Solo en un documento fechado el 8 de marzo de 1842, conservado
en la Biblioteca Nacional de Nápoles, leemos que la valiosísima
colección de escudos y el manuscrito en papel fueron donados a
la Biblioteca Real Borbónica, detalla el MIC en su página web.
Evidentemente, la Biblioteca no tuvo que adquirirlos, si
hay noticias de la compra por parte del Archivo en 1848: el
códice y el manuscrito estaban en posesión del librero Raffaele
Barone y fueron vendidos por sesenta ducados.
Testimonio histórico relevante para la evolución de la cultura
figurativa del sur, el Códice resulta particularmente
interesante para el estudio del arte de la miniatura que, a
partir de Montecassino, fue transmitido lentamente a Roma,
Florencia y Siena, para luego llegar a Nápoles, donde estuvo
fuertemente influenciado por la cultura toscana.
En particular, los críticos han atribuido el escudo de René
d'Anjou a Leonardo da Besozzo y a Jean Fouquet, el famoso
miniaturista de Tours, el escudo de Alfonso de Aragón. Una clara
influencia franco-flamenca también se encuentra en el escudo de
Pietro Ruiz de Corella.
La influencia del arte florentino, que se extendió a
Nápoles hacia 1470 gracias a las estrechas relaciones culturales
que los aragoneses mantenían con los Medici, se encuentra, sin
embargo, en los escudos del cardenal Giovanni d'Aragona, de Luca
Sanseverino, príncipe de Bisignano, de Antonello Sanseverino,
príncipe de Salerno, de Giovanni Sanseverino, conde de Tursi y
de Pirro del Balzo, duque de Venosa, todos atribuidos a Cola
Rabicano. (ANSA).
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Tesoros escondidos de Italia, en redes sociales
Primero, Códice de Santa Marta. Idea del ministerio de Cultura