(ANSA) - ROMA 11 JUL - Ha aumentado el público, el consumo
cultural, y también el empleo, que finalmente ha vuelto a los
niveles previos a la pandemia: 2023 fue un año de recuperación
para la cultura: el crecimiento, ya visto en 2022, se consolidó
y el sector cultural dejó atrás los años de crisis.
El gasto de los hogares en cultura aumentó un 10% respecto a
2022, y la participación cultural fuera del hogar de los
ciudadanos también ha aumentado significativamente y alcanzó el
35,2%, un aumento del 12% respecto a 2022.
Según el ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, este
sector, denominado "economía de la belleza", tendría un valor de
aproximadamente 600 mil millones de euros, más del 29% del
producto interno bruto italiano.
Una cifra enorme, difícil de definir en detalle, pero que
muestra la importancia del sector cultural para la economía del
país.
Federculture, la federación que agrupa a diversas
organizaciones y entidades del sector, también hace un balance
de su situación este año: en su Informe anual, cuantifica el
impacto del sector en términos de empleo.
El empleo cultural en 2023 volvió a los niveles de 2019, con
un aumento del 1,2% respecto a 2022, y con una sorpresa: el
crecimiento es más alto en el centro y en el sur de Italia.
Estos datos también se enmarcan en el auge del turismo, con
aumentos tanto en el número de turistas italianos, con 62
millones de llegadas (un aumento del 3%) y 214 millones de
pernoctaciones durante el año; como en las llegadas
internacionales, que fueron 64 millones y 232 millones de
reservas.
Con el crecimiento del turismo, también aumenta el turismo
cultural, con un incremento del 34,5% en visitantes extranjeros
a las ciudades de arte y más del 40% en términos de gastos.
El turismo cultural representa más del 50% del mercado
turístico italiano, lo que confirma que la economía turística
depende en gran medida de los recursos materiales e inmateriales
que componen la riqueza cultural del país: arte, conocimientos,
paisajes, medio ambiente.
En un contexto de crecimiento generalizado, sin embargo,
disminuye la asignación estatal para la cultura. Los fondos
destinados al presupuesto del Ministerio de Cultura (MiC),
aunque se mantienen significativamente más altos que antes de la
Covid, muestran un ligero descenso para los años 2023 y 2024.
Federculture advierte que "aún no están disponibles los
balances finales del ministerio", en alusión a los datos
previsionales de la Ley de Presupuestos que señalan una
reducción del 3 al 7% en los dos años, con una asignación del
MiC que pasa de 3.800 millones de euros en 2023 a 3.500 en 2024.
Se registran caídas similares en los recursos para
espectáculos y cine: el Fondo Nacional para el Espectáculo en
Vivo en 2024 es de 424 millones de euros, una disminución del
6,5% respecto a 2023. El Fondo para el Cine, que en 2024
asciende a 696 millones de euros, muestra una disminución del
6,7% respecto al año anterior.
Durante la Asamblea General, el presidente de Federculture,
Andrea Cancellato, también destacó la urgencia de definir una
ley para las Fundaciones de Participación, un universo que
abarca más de 650 entidades que se ocupan de diversas
actividades, desde la organización de espectáculos hasta la
gestión de museos, como el Museo Egipcio de Turín o La Triennale
de Milán, entre otros.
"Es necesario que las normas del Código Civil finalmente
incluyan a las Fundaciones de Participación para hacer más
fluida y segura su actividad, considerando que gran parte de las
empresas culturales italianas han adoptado esta forma jurídica",
sostuvo.
"Se necesitan normas precisas e inequívocas que permitan
agilidad operativa, participación y recursos privados junto con
los públicos, así como controles y transparencia en la gestión",
subrayó Cancellato, que anunció que ya han "iniciado un proceso"
para ofrecer "un texto abierto que el legislador y el gobierno
podrán utilizar como base para redactar una norma esperada desde
hace tiempo". (ANSA).
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Crece economía cultura, Estado invierte menos
Se necesita una ley para las fundaciones.