El último hallazgo, del que se acaba de dar cuenta una primera aproximación científica en el E-Journal de las Excavaciones de Pompeya, es un lugar en cuyo interior fueron encontradas dos víctimas de la erupción del volcán, un hombre y una mujer.
La mujer, encontrada en la cama, tenía con sí un pequeño tesoro a base de monedas de oro, plata y bronce, y algunas joyas como pendientes de oro y perlas.
El pequeño hueco, un lugar de servicio utilizado como cubículo (dormitorio) provisional durante los trabajos de reforma de la casa, a espaldas del ya documentado Santuario azul y con acceso desde un gran salón, fue elegido como refugio por estas dos personas hasta que terminase la lluvia de cenizas que, durante horas, estaba cayendo sobre los espacios abiertos en el resto de la casa.
El espacio quedó libre de las cenizas que en cambio llenaron el salón adyacente, impidiendo de hecho a las dos víctimas reabrir la puerta y escapar.
Atrapados en el hueco angosto, encontraron la muerte por la acumulación de flujos piroclásticos.
Las huellas en las cenizas permitieron reconstruir el mobiliario e identificar su posición exacta en el momento de la erupción: una cama, una caja, un candelabro de bronce y una mesa de mármol, con adornos de bronce, cristal y cerámica que estaban en su lugar.
El proyecto de excavaciones se incluye dentro de una aproximación más amplia, desarrollada en los últimos años, con el objetivo de mejorar la tutela y la organización hidrogeológica de los lugares de excavación.
Según los datos recogidos en este periodo, el Parque Arqueológico trabaja para calibrar su propia aproximación, colocando en el centro los aspectos de la restauración, la salvaguardia y el acceso del patrimonio y localizando con cuidado las áreas de excavación dentro de la ciudad sepultada en el año 79 d.C.
Al mismo tiempo, importantes inversiones ministeriales y gubernativas se destinaron a nuevas excavaciones en territorios circundantes, desde Civita Giuliana hasta Villa dei Misteri y a la antigua Oplonti en el municipio de Torre Annunziata.
"La oportunidad de analizar estos preciosos datos antropológicos relacionados con las dos víctimas encontradas en el contexto arqueológico que marcó su trágico fin permite recuperar una cantidad notable de detalles sobre la vida cotidiana de los antiguos ciudadanos de Pompeya y sobre las historias de algunos de ellos, con una documentación precisa y puntual, confirmando el carácter único del territorio vesubiano", explica el director del parque, Gabriel Zuchtriegel.
"El trabajo cuenta con la colaboración de arqueólogos, antropólogos y vulcanólogos que tratan de reconstruir los últimos instantes de la vida de hombres, mujeres y niños fallecidos durante una de las mayores catástrofes naturales de la antigüedad", señala.
Pompeya "sigue siendo un gran lugar de trabajo de investigación y restauración, pero esperamos para los próximos años importantes avances en las excavaciones arqueológicas y en la valoración también del territorio gracias a las inversiones del Comité interministerial para la programación económica y el desarrollo sostenible (CIPESS) anunciados recientemente por el ministerio de Cultura, Genaro Sangiuliano", concluye.
La erupción del monte Vesubio del año 79 fue una de las erupciones volcánicas más famosas, catastróficas y mortíferas de la historia de Europa.
fue precedida por un poderoso terremoto 17 años antes, el 5 de febrero del año 62, que causó una destrucción generalizada alrededor del golfo de Nápoles, y particularmente en Pompeya.9; Parte de los daños no habían sido reparados cuando el volcán hizo erupción. (ANSA).
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