La noticia de la posible interrupción de la visita de las delegaciones al G7 comenzó a circular poco después de las revelaciones de Maria Rosaria Boccia, quien dijo que no solo se le había informado del menú del evento, sino también de su organización e incluso de los itinerarios alternativos asignados a los distintos ministros.
"Problemas de seguridad", se dijo, pero el miércoles mismo en el ministerio del Interior, el nuevo ministro de Cultura, Alessandro Giuli, ilustró "en detalle" el programa de la Ministerial al ministro Matteo Piantedosi y al Jefe de la Policía, Vittorio Pisani, que entregó el disco verde en el evento.
El alcalde Carmine Lo Sapio anunció esta mañana que la etapa de Pompeya no había sido cancelada y declaró a ANSA: "Todo sigue como estaba y estoy muy satisfecho".
Ahora la pelota pasa a la prefectura de Nápoles, que deberá organizar el dispositivo de seguridad en poco tiempo.
Por tanto, si con 72-48 horas de antelación no hay avisos meteorológicos que desaconsejen los eventos al aire libre, el 20 de septiembre las delegaciones viajarán a Pompeya, visitarán las excavaciones -acompañadas por el anfitrión, el director del parque arqueológico Gabriel Zuchtriegel- y asistirán al concierto de la Nueva Orquesta Scarlatti y, finalmente, participarán en la cena que se celebrará en la Palestra Grande.
Este es el evento más comentado de la Cultura del G7, que por lo demás tendrá lugar en Nápoles.
Las delegaciones llegarán en la tarde del 19 y visitarán el Mann, el Museo Arqueológico Nacional y asistirán a una actuación de los jóvenes artistas del Conservatorio San Pietro en Majella.
La cumbre propiamente dicha comenzará la mañana del 20 en el Palacio Real, donde mientras tanto se están llevando a cabo los preparativos y se vuelven a proponer tapices antiguos.
El apoyo a Ucrania, la Inteligencia Artificial (IA), la lucha contra el tráfico ilícito de obras de arte y el cambio climático serán los temas centrales de esta primera jornada.
El traslado a Pompeya está previsto a partir de las 18 horas locales (16 GMT) del 20 de septiembre.
El día después de la conclusión del encuentro internacional, siempre en el Palacio Real, el G7 debatirá con la Presidencia y la Comisión de la Unión Africana y otros socios internacionales las "oportunidades que ofrece la cultura para el desarrollo sostenible del continente".
Al evento está previsto que asistan los responsables de Cultura de los gobiernos de los 6 Grandes, además de Italia: una delegación compuesta mayoritariamente por mujeres, con las ministras de Cultura de Canadá, Pascale St-Onge; del Reino Unido, Lisa Nandy; de Alemania, Claudia Roth; de Francia, Rachida Dati; y Lee Satterfield, subsecretaria de Estado norteamericana para Asuntos Educativos y Culturales.
Con ellos, el ministro de Cultura japonés, Masahito Moriyama.
Una vez resuelto el asunto de Pompeya, también se desató otro nudo, el de la dirección de la Nueva Orquesta Scarlatti, confiada a Beatrice Venezi.
Su nombre había sido mencionado por María Rosaria Boccia, quien subrayó el supuesto conflicto de intereses por ser consultora del ministerio de Cultura y, al mismo tiempo, financiar el evento en Campania.
Venezi, en una entrevista hoy al Fatto, precisó que su actuación eventualmente sería contractualizada con la orquesta y no con el ministerio.
Una circunstancia confirmada por fuentes de la Nuova Orchestra Scarlatti, que declararon a ANSA: "Era natural pensar en Beatrice Venezi para una ocasión tan importante como el G7", una elección ligada no solo al prestigio de la músico, "sino también al hecho de que Venezi se haya formado en nuestro ambiente artístico y colabore con nosotros desde hace más de 10 años es que el ministerio nos encomendó la tarea de realizar el concierto, la elección de la directora es nuestra". (ANSA).
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