Así se desprende de un estudio de la Confederación Nacional del Artesanado (CNA) que ANSA publica en adelanto.
El número de pesebres vivientes aumenta cada año, siguiendo una tradición que se remonta a 1223: fue en Greccio, en el Alto Lacio, donde San Francisco organizó la primera representación.
Y aún hoy el pesebre viviente de Greccio se considera el más fascinante. Pero está en buena compañía. ¿Algunos ejemplos? Desde la "ciudad moribunda" (pero por ahora muy viva, afortunadamente) Civita di Bagnoregio hasta los Sassi de Matera, desde las cuevas de Custonaci hasta las estrechas calles de Pietrelcina (lugar natal del padre Pío), desde San Biagio de Mantua ( donde están involucradas todas las casas del centro) a Tricase en Puglia hay cientos de transformaciones de las zonas habitadas en un pequeño pesebre, todas presentes en el sitio web www.presepiviventi.it con fechas de finalización e información útil.
Los pesebres estáticos son muy atractivos. Las iglesias de Italia (e incluso los lugares públicos no religiosos) están llenas de ellos, al igual que varios museos. Nápoles (a partir de San Gregorio Armeno) puede considerarse la capital y aún alberga numerosos artesanos activos en el sector. Pero es el pesebre de la Plaza de San Pedro en Roma (junto con los 100 pesebres del Vaticano) el más visitado en Italia.
También en este caso la península ofrece un enorme abanico de opciones, que además son innovadoras. Aquí también hay algunos ejemplos: del pesebre de Comacchio, a lo largo de los canales, al del pueblo de Faedo, del pesebre flotante de Cesenatico a la representación de Asís dedicada al Cántico de las Criaturas, del pesebre de arena en Lignano Sabbiadoro hasta el luminoso de Manarola, en las Cinque Terre de Liguria.
Alrededor de los pesebres, tanto vivientes como estáticos, especialmente en las ciudades más pequeñas, se han desarrollado mercados que ofrecen productos artesanales locales, gastronómicos y vitivinícolas. (ANSA).
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