(ANSA) - TURIN, 18 NOV - El italiano Jannik Sinner hizo vibrar esta noche al Pala Alpitour en la que fue su despedida del ATP Finals, al que llegó como "reserva" y del que se despidió con una ajustadísima derrota frente al ruso Daniil Medvedev, número dos del mundo y defensor del título frente al cual no pudo capitalizar dos "match-point" a su favor.
El marcador final dirá que Medvedev se impuso por 6-0, 6-7 (5/7) y 7-6 (10/8) en dos horas y media de juego en un partido al que el ruso llegaba ya clasificado a las semifinales y el italiano estaba eliminado de antemano pues pese a que había ganado su anterior partido, su compatriota Matteo Berrettini, a quien reemplazó por lesión, había caído en su estreno frente al alemán Alexander Zverev.
Un duelo que no llegó a completarse en el que el campeón olímpico había ganado el primer set y había sacado una mínima ventaja cuando el tenista "azzurro" que ocupa el sexto escalón del ranking dijo basta para mí y se retiró del torneo que animaba en el Grupo Rojo.
En su reemplazo y a pesar de lamentar que su oportunidad llegase por esa vía, Sinner tomó la posta y defendió el honor del tenis italiano en Turín ganándole primero en sets corridos al polaco Hubert Hurkacz, quien con el último aliento le había quitado la posibilidad de disputar el último torneo del año como titular, y luego poniendo en apuros a Medvedev. Parecía que sería apenas un trámite para el ruso refrendar su clasificación ya asegurada con una tercera victoria, sobre todo después de cerrar arriba por 6-0 el primer parcial en el que logró hacer prevalecer, como a lo largo de todo el partido, la potencia y precisión de su servicio.
Pero lejos estaba Sinner de darle por vencido tan fácilmente y a pesar del golpe que significó ceder ese primer set de tal manera, logró remontar el partido con una fuerza de voluntad envidiable que encendió al público local, al que estuvo a un paso de regalarle un histórico triunfo.
Como esos niños que miran con desprecio a sus padres cuando llegan a retirarlos del cumpleaños de un amigo, Sinner no parecía querer irse aunque estaba condenado de antemano aún ganando este épico duelo en el que por muy poco no terminó dando la gran sorpresa de la jornada y del torneo.
Tras igualar el marcador en el segundo set, el joven tenista italiano de apenas 20 años que volverá a sumarse a partir del lunes al top-ten del ranking gracias a aquella victoria previa frente a Hurkacz, logró forzar el tie-break y prevalecer para obligar a disputar un tercer y definitivo set.
Y el choque cobró aún mayor emotividad cuando ese tercer parcial volvió a definirse en el tie-break, en el que Sinner contó con dos "match-point" que el ruso terminaría remontando para cerrar el duelo a su favor cuando tuvo su oportunidad de hacerlo.
Nada que reprocharle a un Sinner que no podía ocultar su fastidio por la victoria que se le escurrió de entre las manos a pesar de la ovación que le tributó el público como muestra de reconocimiento al esfuerzo realizado en un partido y en un torneo del que finalmente se despidió con una derrota que pudo haber sido del ruso en un choque emotivo y electrizante.
Medvedev espera ahora por su compatriota Andrey Rublev o por el noruego Casper Ruud, que suman un triunfo y una derrota y chocarán en un mano a mano por el último pasaje a semifinales en el Grupo Verde, donde el ya clasificado Novak Djokovic cerrará su participación frente al eliminado británico Cameron Norrie, reemplazante del lesionado griego Stefanos Tsitsipas.
El número uno del mundo ya conoce a su rival en la ronda decisiva, que será Zverev, su verdugo en semifinales del torneo de tenis de los Juegos Olímpicos de Tokio en el que el alemán se llevó el oro y el serbio se despidió sin siquiera poder alzar el bronce.
Medvedev deberá esperar hasta el viernes para conocer a su próximo rival, después de haber logrado desembarazarse con una dosis de suspenso de un inclaudicable Sinner, que mereció el aplauso y la ovación con la que se despidió del torneo al que llegó como "convidado de piedra".
"(Roberto) Mancini, lleva a Sinner a la selección", rezaba una bandera desplegada por los fanáticos en el Alpitour de Turín, aludiendo al entrenador de la selección nacional de fútbol que deberá definir su clasificación al Mundial de Qatar 2022 en un repechaje intentando no volver a tropezar con la misma piedra (quedó fuera de Rusia 2018 al caer con Suecia en un desempate).
El fútbol estuvo representado esta noche también por Massimiliano Allegri, entrenador de Juventus que aprovechó la ocasión para ver en acción al juvenil veinteañero oriundo de San Candido que se metió nuevamente en el top-ten y definitivamente en el corazón de los aficionados "azzurros".
"Esperaba que estallara esta Sinner-manía porque es un joven que tiene un comportamiento ejemplar dentro y fuera de la cancha y a pesar de su edad cuanta con un enorme potencial. Seguramente algún día ganará un Grand Slam", advertía en la previa el presidente de la ATP, Andrea Gaudenzi.
"Nos entusiasma saber que contamos con tenistas como él, que se convertirán en ídolos como Valentino Rossi o Alberto Tomba", completó Gaudenzi, satisfecho también por la gran convocatoria de público en esta primera edición del ATP Finals en Turín, que tenía la difícil misión de reemplazar a Londres y mostró estar a la altura de las circunstancias a pesar de algunas quejas por la reducción del aforo debido a la situación sanitaria.
Hoy, celebra a un nuevo ídolo: Sinner, vencedor aún en la derrota. (ANSA).