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Selección italiana cambia de nombre tras denuncias

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA, 10 GEN - Alessia Maurelli, capitana de la selección italiana de gimnasia rítmica, anunció desde redes sociales que el equipo "azzurro" abandonó el nombre de "mariposas" tras las denuncias de abusos contra Emanuela Maccarani, entrenadora de la Academia Internacional de Desio, y su asistente Olga Tishina.
"La era de las 'Mariposas' nacida periodísticamente en agosto de 2004, muere después de 18 años en noviembre", se lee en un mensaje publicado por Maurelli en su cuenta de Instagram tras la acusación de la fiscalía de la Federación Italiana de Fútbol (FGI) presentó contra Maccarani y Tishina luego de las denuncias presentadas por las ex atletas Nina Corradini y Anna Basta.
"La ruptura es dolorosa e irreversible, dado sobre todo el peso insoportable de una conexión directa y ahora ineludible con la violencia y el abuso en los medios que no reflejan nuestro mismo ideal de libertad", agregó la gimnasta en el mensaje firmado también por Martina Centofanti, quien integró el equipo que ganó la medalla de bronce en los juegos Olímpicos de Tokio 2020.
"La actual y futura selección nacional de gimnasia rítmica nunca más será reconocida con el apodo de 'Mariposas'", completó la capitana de la formación "azzurra", que el pasado lunes 2 reinició las prácticas en la academia Desio de cara a los próximos compromisos, en particular la cita prevista en agosto en Valencia para conseguir el boleto a los Juegos Olímpicos de París 2024.
El anuncio de Maurelli se conoce seis días después de que la fiscalía de la FGI presentara la acusación contra Maccarani y Tishina luego de las denuncias presentadas por Nina Corradini y Anna Basta, a quienes se sumó luego su colega Giulia Galtarossa.
La propia Maccarani declaró ante el diario Corriere della Sera que "me señalan como la mala de la película pero nunca ofendí a una gimnasta".
Asimismo, Maccarani, la entrenadora italiana con más preseas de la historia del país tras guiar al equipo "azzurro" a conquistar su cuadragésima medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, confirmó su deseo de defender su "dignidad", tal como había anticipado el pasado jueves 5 su abogada Danila De Domenico.
"En estas condiciones, ¿como la FGI no me va a despedir? No quiero quedar como el chivo expiatorio. ¿Que me quiten el cargo de DT pero siga como entrenadora de la selección? En ese caso conocerán mi respuesta", garantizó Maccarani.
La entrenadora aludía a la reunión del jueves 12 del consejo de la Federación Italiana de Gimnasia (FGI) que evaluará si renuevan su contrato y el de su asistente, que vencieron el 31 de diciembre pasado.
Por su parte, la justicia ordinaria se encuentra en etapa de investigación preliminar luego de las denuncias de las gimnastas.
Maccarani y Tishina son denunciadas por violar el artículo 2 del reglamento de Justicia y Disciplina, en relación con el artículo 7 del Código de Ética de la FGI y el artículo 2 del Código de Conducta Deportiva de CONI.
En particular, se las acusa de haber adoptado, hasta el verano boreal de 2020, "métodos de entrenamiento que no cumplen con los deberes de corrección y profesionalismo, ejerciendo presiones psicológicas y provocando que algunas gimnastas de comer y trastornos psicológicos".
Asimismo, la entrenadora de 56 años y su asistente son acusadas de haber emitido frases como "pareces un cerdito", "te crece la barriga" o "cómo puedes mirarte en el espejo".
El tribunal de la FGI decidirá sobre la absolución o condena que podrá comprender desde una amonestación hasta una multa, pasando por la suspensión de quince días o dos años y hasta la expulsión de por vida.
"Estoy muy tranquila", había asegurado Maccarani tras declarar en noviembre ante el fiscal de la FGI, Michele Rossetti, quien había concurrido con la psicóloga Marcella Bounous a la Academia de Desio, intervenida con Valter Peroni por orden de la entidad tras las denuncias de Corradini y Basta. (ANSA).
   

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