(ANSA) - MADRID, por Mónica Uriel - Bautizado el "guardián" de camisetas por Diego Maradona, el argentino Marcelo Ordás abrió en Madrid su colección de centenares de ellas, que comenzó en Italia, con reliquias como las de la selección italiana de 1934 y de 1938, ésta de color negro, que fue la "más costosa", cuenta en entrevista a ANSA, o como la de Roberto Baggio cuando falló el penal en la final del Mundial de 1994.
"Legends" se presenta con 600 objetos, en su mayoría camisetas, y también botines y balones, como la colección más completa de la historia del fútbol, y desde que abrió en junio en el corazón de la capital española ha recibido la visita de 45.
Este mes abrirá una segunda sede en Arabia Saudí y ¿en Buenos Aires?: "Cuando Argentina esté mejor económicamente", señala Ordás (Buenos Aires, 1971), quien recibió propuestas de todo el mundo para exponer su colección, incluida una sugerencia del Papa Francisco.
"Me sugirió abrirlo en el Estadio de Roma cuando lo visité en 2014, ocasión en la que Ordás le regaló una camiseta de René Pontoni de 1946, jugador del San Lorenzo, del que es fan Jorge Bergoglio, quien le confesó: "Yo amaba tanto el fútbol que posiblemente ese sentimiento me enseñó luego a amar al Señor".
Ordás tuvo la idea de comenzar la colección al entrar en el vestuario de Argentina tras el partido frente a Brasil del Mundial de Italia 90 y abrazar al argentino Claudio Caniggia, autor del gol de la victoria, quien agarró su camiseta y se la lanzó para su sorpresa.
Ahí comenzó lo que él compara con "buscar los Santos Griales. Decíamos, ¿te imaginas tener la camiseta de Maradona de 1986 o la de Paolo Rossi de 1982 o la de Pelé del 70…? Se nos hacía todo titánico", y todo esto lo terminó consiguiendo.
Tras 28 años, en 2018 completó la colección, que incluye 6.000 objetos, con camisetas de todas las competiciones internacionales: "No lo pensé como un hobby, sino como un deber.
Y a Infantino (Gianni, presidente de la FIFA) le digo con cariño que esta recuperación del patrimonio cultural del futbol mundial la debía haber hecho en su momento la FIFA".
Al principio "la mayoría eran donaciones pero con el tiempo empezó a haber coleccionistas, pues dejaron de ser simples camisetas para ser obras de arte, así que también hubo quien me las vendió o los que me las prestaron. Siempre aspiramos a que fueran de una final o semifinal".
La "más cara de toda la colección" fue la camiseta negra con la que, por única vez, jugó la selección italiana en 1938, por imposición de Benito Mussolini por las "camisas negras" y que Ordás compró a la familia del jugador Miguel Andreolo por 110.000 euros.
La italiana más antigua que se exhibe es la de Giuseppe Meazza, con la que ganó el Mundial de 1934, cuando los jugadores tenían una misma camiseta para todo el campeonato y la lavaban al terminar cada partido.
A nivel de clubes está, entre otras, "la camiseta más importante de la Juventus, la de Michel Platini cuando se proclamó campeón en 1985 y se la intercambió con el portero del Argentinos Juniors Enrique Vidallé".
Una de "las piezas con las que la gente se hace más fotos es la de Baggio de 1994, cuando falló el penal ante Brasil, y se la intercambió con Romario", cuenta Ordás, quien considera al jugador el "más maradoniano después de Maradona".
¿Y qué hay de Maradona?: "¿Qué no hay de Maradona?", responde, pues hay "128 objetos, entre ellos todas las camisetas de sus clubes y de Argentina e incluso el papel membrete de la Federación italiana de 1991 donde le suspenden por sustancias prohibidas y que me dio su preparador físico, Fernando Signorini".
Ordás recuerda que en 2019, la última vez que vio a Maradona, le dijo que la "la diferencia entre una obra de arte de Picasso o Van Gogh y las nuestras es que las nuestras llevan el espíritu y el ADN del artista". (ANSA).
Reliquias "azzurri" en la colección de un argentino
Camisetas de Maradona en "Legends", show abierto en Madrid