"Ahora necesitamos que la política y las instituciones implicadas pongan de su parte", se lee en la nota firmada por Carraro días después de que Simico, a cargo de las obras públicas de Milán-Cortina, confirmara que sólo Pizzarotti presentó un proyecto para la licitación de la obra.
"Para la resolución de este asunto antiguo y en cierto modo surrealista, las voces de la sociedad civil fueron fundamentales, incluida la de Confindustria, que apoyó un evento que va más allá del deporte y que tiene repercusiones no sólo dirigidas a la la economía local y las actividades productivas locales, sino también en la reputación del sistema del país en contextos internacionales que es tan importante para nosotros", concluyó Carraro.
Pero Luana Zanella, líder del grupo Alianza Verde e Izquierda en la Cámara, respondió a Carraro, a quien, aseguró, "esperábamos oírle decir que la época de la depredación del medio ambiente y de las finanzas públicas ha terminado".
"Querer a toda costa una pista de bobsleigh es una irresponsabilidad por parte del ministro de Transportes (Matteo) Salvini, por el presidente (de la región Véneto, Luca) Zaia, por los propios industriales", cuestionó Zanella.
"Esperamos que el Comité Olímpico Internacional escuche y dé seguimiento al llamamiento del CAI y de las demás asociaciones ecologistas en defensa de la belleza natural y paisajística de una de las ciudades más sugerente y frágil", completó Zanella.
(ANSA).
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