Renuncia al Mundial, un "caso de Estado"

   (ANSA) - ROMA, 29 FEB - "Acabo de terminar de preparar una propuesta para regular las candidaturas a los grandes eventos internacionales para quienes soliciten recursos económicos al gobierno", afirmó el ministro de Deportes y Juventud de Italia, Andrea Abodi, al aludir a las críticas que recibió por la frustrada candidatura de Roma como sede del Mundial de Atletismo de 2027, que finalmente organizará Pekín.
    Una renuncia que generó encono entre las autoridades deportivas y las nacionales y dio paso a "chicanas" entre funcionarios del gobierno nacional y regional y entre representantes de distintos partidos políticos, que aprovecharon para alimentar una puja que parece ir más allá de esa renuncia.
    "Esta experiencia debe servir para futuras oportunidades porque todos anhelamos que Italia sea sede de grandes eventos deportivos por todo lo que eso representa y ofrece, pero primero debe discutirse y también debe aplicarse un protocolo que valga para todos", destacó Abodi en una carta con la que pareció responder a las acusaciones vertidas por Stefano Mei.
    El presidente de la federación italiana de atletismo (Fidal), que en la víspera comunicó la renuncia de Roma a su candidatura para organizar el Mundial a la federación internacional (World Athletics) aludiendo a la "falta de requisitos mínimos para participar en la competencia", dialogó hoy con ANSA y apuntó contra el ministro.
    "A quienes me piden que replique las declaraciones de hoy, les respondo con educación mediante un comunicado que escribí el miércoles", destacó Abodi, al recordar que el gobierno también está "trabajando en la organización del Campeonato europeo de atletismo que se realizará en junio" en la capital italiana, para "garantizar un torneo de calidad y un resultado económico con pérdidas limitadas".
    "Si hubiese habido una actitud más respetuosa con los procedimientos, los tiempos y los problemas a los que se enfrenta el gobierno en función del interés general, tal vez hubiéramos tenido más posibilidades de competir con Pekín que, dicho sea de paso, tenía un presupuesto un 40 por ciento superior al de Roma", explicó al referirse a los 130 millones de euros contemplados en el de la capital.
    La renuncia a la candidatura, según explicó la Fidal, respondió a que en la carta de garantía del gobierno italiano faltaba "un elemento de vital importancia" relacionado con un aporte financiero estatal para cubrir el 85 por ciento de esos 130 millones de euros.
    "También me hubiera gustado volver al Estadio Olímpico de Roma para un Mundial de Atletismo, como lo hice en 1987, pero con exigencias y un lenguaje inadecuado no llegaremos a ninguna parte", respondió hoy Abodi al aclarar que aquellos que proyecten albergar eventos deportivos internacionales "sin la necesidad de recursos públicos serán libres de hacer, respetando las leyes, lo que consideren más conveniente".
    Al conocerse la noticia de la renuncia de Roma a la candidatura, Abodi decía en la víspera: "Hicimos todo lo posible y le pedimos a la Fidal en noviembre que preparase un plan de negocios, documento que hubiese sido útil mucho tiempo antes y que fue presentado el 24 de enero".
    "A pesar de tener toda la buena voluntad, en una fase tan delicada para nuestro país, fue imposible encontrar las garantías públicas necesarias para cubrir los 85 millones de euros solicitados", agregaba también.
    "A la vista de lo que ha declarado el ministro, no puedo dejar de señalar que la reconstrucción de los hechos que hizo es fantasiosa y alejada de la realidad", respondió hoy Mei en diálogo con ANSA y en el marco de una conversación que tuvo tintes de desahogo.
    Al destacar que no quiso efectuar declaraciones el miércoles para no condicionar a los atletas italianos que competirán en el Mundial bajo techo que se pondrá en marcha mañana en Glasgow, el presidente de la Fidal afirmó que se sentía "enojado por el atletismo y decepcionado por el gobierno".
    "Escucho a gente decir que manejamos este tema como si estuviésemos gestionando un bar, pero no estoy de acuerdo con eso porque hemos dado todos los pasos que él mismo (Abodi, Ndr) nos solicitó desde que la federación internacional decidió involucrarnos en el proyecto porque el Mundial se celebrará en Tokio el año que viene y Estambul se había retirado de la compulsa, con lo cual existía el riesgo que la edición de 2027 volviera a realizarse en Asia (como finalmente sucederá)", explicó.
    "Por eso comenzamos a trabajar en la candidatura de inmediato y durante el Mundial de Budapest (del año pasado), donde Abodi estuvo presente, le envié un mensaje diciéndole que considerase también el éxito mediático que habíamos obtenido con la posible postulación" de Roma, agregó.
    Mei recordó las reuniones mantenidas y el estudio de viabilidad confiado a Deloitte y destacó que el ministro nunca estableció "una fecha límite" y desde noviembre en adelante se realizaron nuevas reuniones en las que jamás le reclamó que acelerase los tiempos.
    "World Athletics nos permitió extender el plazo perentorio para presentar la candidatura del 15 de diciembre al mes de febrero.
    A principios de enero estábamos listos, con una decisión unánime del Consejo Federal. El 24 de enero le entregamos la documentación al ministro", continuó Mei, al afirmar que el 8 de febrero le presentaron el plan de negocios al ministro de Economía y Finanzas, Giancarlo Giorgetti, que él -dijo- "nunca había visto antes".
    "Nos dijo que teníamos muy poco tiempo y que haría falta un milagro, pero habíamos presentado es plan de negocios dos semanas antes", completó el titular de la Fidal al destacar también que los 85 millones de euros de aporte que necesitaban del Estado "no eran un misterio porque todo el mundo lo sabía desde octubre".
    Mei aseguró que esta reconstrucción de los hechos apunta a que se conozca la verdad en torno a la frustrada postulación de Roma como sede de un Mundial que "merecían -afirmó- los atletas, entre ellos cinco campeones olímpicos, y la sociedad", y destacó que "algunos atribuyeron esta situación a mi amistad con (el ministro de Infraestructura y Transporte, Matteo) Salvini.
    "Es verdad, somos amigos y nos une el amor también por el Milan, pero si ese hubiera sido el motivo de mi decisión, entonces debería cambiar de país y mudarme a Mozambique", completó.
    (ANSA).