(ANSA) - ROMA, 12 ABR - Ni siquiera una goleada por 4-1 ante la colista y prácticamente descendida Salernitana bastó para aplacar los ánimos de los fanáticos de Lazio, que recibieron y despidieron con silbidos a su equipo en el Estadio Olímpico de Roma, en el inicio de la trigésimo segunda fecha del campeonato.
La reciente derrota en el derby y una campaña irregular que derivó en la salida de Maurizio Sarri parecen haber hecho mella en los aficionados, que recibieron al plantel del croata Igor Tudor con abucheos y banderas que decían "no son dignos de defender esta casaca" y repitieron los gestos de desaprobación al término del primer tiempo y tras el pitazo del árbitro Luca Zufferli decretando el final.
No se salvó ninguno del descontento de la parcialidad local, ni siquiera el brasileño Felipe Anderson pese a convertir un doblete, a los 7' y a los 35', así como tampoco el uruguayo Matías Vecino, autor del segundo gol de Lazio a los 14'.
Dos minutos más tarde, el francés Loum Tchaouna achicaba distancias en el marcador para el equipo de Stefano Colantuono, que terminaría sufriendo a los 87' el último gol del partido convertido por el danés Gustav Isaksen, ingresado apenas tres minutos antes al campo de juego.
Felipe Anderson fue uno de los más resistidos pues incluso lo silbaron mientras celebraba el primero del partido que el equipo de Tudor afrontó con varias ausencias por lesión, incluidas las del goleador y capitán Ciro Immobile, la de Mattia Zaccagni y la del francés Mattéo Geundouzi.
Titular en el equipo de Tudor fue el delantero argentino Valentín Castellanos, reemplazado por el español Pedro a los 80', cuando también dejó la cancha el español Luis Alberto para que ingresara Danilo Cataldi y Vecino le dejaba su lugar en cancha a Nicoló Rovella.
Un Luis Alberto que al final del duelo reconoció: "No seré parte de este proyecto el próximo año", al confesar que le pidió al club "liberarme del contrato porque no quiero cobrar un euro más de Lazio, que tanto me dio, pero que creo que es el momento de dejar, por lo que espero divertirme en estos últimos partidos", agregó.
El español apuntó a las seis fechas que restan por jugarse en el campeonato y a la revancha por las semifinales de la Copa Italia, torneo en el que Lazio deberá remontar el 23 de abril en el Olímpico la derrota por 2-0 que sufrió frente a Juventus en Turín si aspira a mantenerse en carrera por ese título.
Hoy por hoy se estaría clasificando a la próxima Conference League dado que con 49 puntos desplazó por uno a Napoli, que tiene un partido menos, y quedó uno por detrás de Atalanta (también con un partido menos) que por el momento atraparía el segundo pasaje a la próxima Europa League.
Un objetivo menor para una Lazio que este año supo jugar la Champions y que debido a su irregularidad no logró plasmar la campaña que esperaba su gente, razón por la cual Luis Alberto admitió que "los silbidos son entendibles y normales en estas situaciones. No estamos haciendo un buen campeonato y perdimos el clásico. Los hinchas tienen derecho a silbarnos".
Lazio al menos se reencontró con la victoria y ganó con autoridad ante una Salernitana cuyos aficionados también parecen haberse hartado del equipo que a lo largo de la temporada tuvo cuatro entrenadores, que le regaló apenas dos triunfos en el torneo y que parece transitar sus últimos pasos en la máxima categoría aunque las matemáticas aún no la condenen.
Pensando quizás en ese destino que parece escrito, Colantuono intentó darle minutos a algunos jugadores en el complemento, aunque los cambios no le aportaron la convicción que necesitaba para mantenerse en partido y el gol de Isaksen a poco del final terminó de liquidarla, aunque los silbidos, esta vez, se los llevó el equipo que ganó y goleó. Cosas del fútbol. (ANSA).
Lazio goleó, pero se fue silbado
Por su público en el Olímpico tras aplastar a una Salernitana que se despide