Los Giallorossi, en cambio, fracasaron en la "operación ganadora" y tendrán que volver a luchar para conseguir un billete a la Europa que cuenta.
Por tanto, corresponde a Thiago Motta la comparación con su amigo y rival Daniele De Rossi: dos entrenadores que jugaron abiertamente, dando al público un juego siempre abierto.
El club de Bolonia consolida la cuarta plaza de la clasificación: sube a +7 sobre los Giallorossi y, con 62 puntos, está a -2 del tercer clasificado, la Juventus.
La Roma, en cambio, ahora debe cuidarse las espaldas de una arrebatadora Atalanta que el domingo venció en Monza y pasó a -1 y desde la última plaza útil para la Liga de Campeones.
Los dos equipos salen al campo tensos y nerviosos. Pero ambos están dispuestos a correr riesgos.
Son los locales los que empiezan mejor. Los Giallorossi avanzan apoyándose en el argentino Paulo Dybala y Stephan El Shaarawy, lanzados por los centrocampistas.
Son precisamente los dos atacantes los que tienen la primera oportunidad: en el minuto 9 el argentino recupera un balón y lo sirve en el centro del área para el "faraón", que, sin embargo, dispara muy alto. Un error que los boloñeses no perdonan.
En el minuto 14, el belga Alexis Saelemaekers sirve por la izquierda a Riccardo Calafiori, exjugador de turno, que centra hacia el centro.
El neerlandés Oussama El Azzouzi se anticipa a Lorenzo Pellegrini con una media chilena y marca el 1-0. El defensa visitante celebra bajo el córner Giallorossi y casi se desata una trifulca.
Los locales se ponen nerviosos y el partido se complica con el árbitro llamado a intervenir con cuatro amarillas en pocos minutos para mantener el orden en el terreno de juego.
La Roma intenta igualar, pero los emilianos dominan. En el minuto 45 el neerlandés Joshua Zirkzee marcó el 2-0.
Los romanos parecen cansados ;;físicamente, quizás por sus compromisos en la Europa League con el Milan. Y el propio público vuelve a la polémica por la recuperación del partido con Udinese y el posible aplazamiento de aquel con Napoli.
"Con (Lorenzo) Casini y (Claudio) Lotito dentro de unos años jugaremos con calcetines y chanclas", se lee en un cartel del Sur. Para la recuperación "no había ningún margen de discreción por mi parte", subrayó el presidente de la Lega Serie A Lorenzo Casini. .
En el vestuario, De Rossi carga a su equipo. La Roma entró al campo con mayor determinación y estuvo cerca de marcar en varias ocasiones.
El portero rossoblú, el polaco Lukasz Skorupski, rechazó a El Shaarawy en un disparo desde fuera; luego es el austríaco Stephan Posh quien se sacrifica, rechazando con su rostro otro intento del atacante azzurro.
El gol llegó en el minuto 56' por intermedio del iraní Sardar Azmoun, que entró en lugar del británico Tammy Abraham: el atacante logró superar con dos intervenciones a Skorupski, que le había negado el gol en la misma acción, y cerró el marcador 2-1.
Bolonia sufrió. Azmoun sigue preocupando al portero boloñés.
Pero el equipo de Thiago Motta levanta el centro de gravedad y con un contraataque de manual lanza solo a Saelemaekers contra el belga Mile Svilar: una cuchara del jugador belga que pone el 3-1 a los 65'.
La Roma no se rinde, persiste en buscar un gol que pueda reabrir el partido. Pero también se expone al juego de saque de banda de los visitantes.
Los Giallorossi estuvieron cerca de marcar con Pellegrini al final pero no pasaron. En el final hay cambios, pero el resultado sigue estancado en 3-1.
Es una celebración para los aficionados boloñeses que llegaron al Olímpico y celebran a sus favoritos bajo el equipo visitante. La palabra "Campeones" que hasta el domingo en la capital emiliana era un tabú para cualquiera, hoy empieza a ser una realidad. (ANSA).
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