La disposición de Abodi fue transmitida mediante una nota en la que confía además en llegar a un acuerdo para configurar una herramienta de terceros, en el interés común de hacer que el sistema nacional de fútbol sea más eficiente, creíble, sostenible y competitivo.
Más temprano, la Liga de la Serie A había votado en una reunión convocada por su presidente, Lorenzo Casini, su rechazo a la creación de una Agencia de control para los clubes del fútbol y del básquetbol italiano en reemplazo de la Comisión de supervisión de clubes de fútbol (Covisoc).
"Los clubes reiteraron la necesidad de avanzar hacia la plena autonomía de la Liga dentro del sistema deportivo", se leía en un texto aprobado por los clubes de la Liga de la Serie A.
Gravina y Casini se reunieron luego con Mauro Balata, presidente de la Liga de la Serie B, Giancarlo Abete (Liga Nacional Amateur), y Matteo Marani, titular de la Liga de la Serie C, quien se comunicó mediante una videollamada.
El encuentro contó también con la participación de Carlo Pacifici, presidente de la Asociación Italiana de Árbitros (AIA) y de Umberto Calcagno, titular del Sindicato Italiano de Futbolistas (AIC).
Luego de esa reunión, la FIGC emitió una nota para anunciar que Gravina pediría un encuentro con Abodi para analizar la situación con la presencia del presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), Giovanni Malagó, quien ayer alertó sobre la "violación de la autonomía del deporte" en caso de crearse la Agencia de supervisión económica y financiera de los clubes fútbol y básquetbol.
En tanto, la UEFA y la FIFA fueron informadas, pero se mantienen a la espera de un texto definitivo del proyecto ley para tomar posición, mientras que la FIGC precisa también que no arribaron nuevas versiones del documento enviado el pasado viernes 3.
Más temprano, también la Federación (FIP) y la Liga de la Serie A del básquetbol italiano (LBA) manifestaron su rechazo a la creación del organismo de supervisión y alertaron sobre el "fuerte riesgo de un condicionamiento de la autonomía del orden deportivo".
Luego del encuentro entre Giovanni Petrucci, presidente de la FIP, y de Umberto Gandini, su colega de la LBA, también manifestaron su "preocupación por los tiempos y la modalidad de aplicación" de la medida así como por el hecho "de haber sido mantenida en la oscuridad".
Gravina había elogiado antes de las reuniones a los miembros de Covisoc como "óptimos profesionales", tras lo cual remarcó que "el fútbol italiano mantiene al deporte italiano".
"Cuando este mundo tan maltratado paga y remite al Estado 1.400 millones de euros al año, 9.600 millones en diez años, y recibe 978 millones en contribuciones del Estado, significa que por cada euro que recibe el fútbol el Estado le devuelve 19,7", precisó Gravina en un evento desarrollado en Florencia.
Por su parte, Malagó indicó que "en la vida siempre hay margen de reparación, pero yo no hablaría de choque, es el camino equivocado".
"Me gustaría saber qué habría hecho el ministro Abodi o cualquier otra persona si hubiera leído esta noticia a través de terceros", repitió Malagó sobre los conceptos que emitió en la víspera respecto de la creación de una nueva autoridad de control de las cuentas de los clubes de fútbol y básquet.
Pero Abodi reiteró que Gravina recibió "un texto no definitivo" que le adelantaba la intención del gobierno y consideró que "el lenguaje utilizado por el presidente del CONI no me parece el más formal teniendo en cuenta las circunstancias".
"Estamos todos al servicio del interés general", aseguró Abodi, quien ante Rai Radio 1 desestimó una intervención de la UEFA y de la FIFA porque, argumentó, "en este caso la autonomía deportiva no se ve afectada en lo más mínimo".
"Los controles financieros simplemente se atribuyen a un tercero, que no forma parte en absoluto de las opciones deportivas que son prerrogativa absoluta de la FIGC", garantizó Abodi.
Por otra parte, el ministro negó que el proyecto de creación de la agencia obedezca a sospechas sobre los controles de Covisoc y destacó que se trata del "primer decreto después de 20 años dedicado sólo al deporte y con carácter de urgencia".
"Me hubiera gustado que se manifestara la misma emoción cuando se cancelaron las deudas fiscales de los clubes de las categorías A, B y C, que sólo en los últimos dos años ascendieron a más de 100 millones", ironizó Abodi.
"Evidentemente, los controles no nos permitieron detener algunas realidades o en todo caso, para alertar sobre algunas situaciones críticas, además, es un proyecto sujeto a nuevos aportes, espero que hoy sea favorable. El proyecto se publicó indebidamente, incorrectamente y por lo tanto se dio un texto no definitivo. A veces basta un poco de sentido común y de tranquilidad", concluyó Abodi. (ANSA).
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