(ANSA) - ROMA, 25 MAY - El esloveno Tadej Pogacar conquistó hoy la vigésima y penúltima etapa de un Giro de Italia que, podría decirse, ganará de punta a punta, pues es la sexta que celebra en esta centésimo séptima edición que comanda desde la segunda fracción del recorrido.
Como para que no queden dudas de su condición de gran favorito, el pedalista del UAE Team Emirates impuso el ritmo hoy en el tramo de 184 kilómetros entre Alpago y Basano del Grappa con un tiempo de cuatro horas, 58 minutos y 23 segundos.
A dos minutos y siete segundos de distancia cruzaron la meta el francés Valentin Paret Peintre (Decathlon AG2R La Mondiale) y el colombiano Daniel Felipe Martínez (Bora Hansgrohe), escolta de Pogacar en la general ahora a nueve minutos y 56 segundos de distancia.
"Quería ganar hoy para honrar esta casaca que llevo puesta desde el segundo día", explicó el esloveno al final de una etapa que definió así: "No fue un viaje tranquilo, pero las piernas me respondieron y el trabajo que habíamos planificado con el equipo salió a la perfección".
"El cariño del público fue algo impresionante y quisiera agradecerle a todos los aficionados que se dieron cita hoy", agregó Pogacar al reconocer que "mañana será mi primera vez en Roma y estoy seguro que lo disfrutaré mucho".
Al esloveno, salvo una catástrofe, le restan por completar los últimos 125 kilómetros de recorrido en territorio romano para abrazarse con la gloria y calzarse la corona que en la pasada edición del Giro se calzó su compatriota Primoz Roglic.
Hoy, el italiano Antonio Tiberi (Bahrain-Victorius) cerró por detrás de los tres ocupantes del podio, también a dos minutos y siete segundos del vencedor y es el ciclista local mejor ubicado en la general, donde ocupa el quinto puesto a 12 minutos y 49 segundos del líder.
Por delante suyo marchan el británico Geraint Thomas (Ineos-Grenadiers), tercero en la competencia a 10 minutos y 24 segundos de Pogacar, y el australiano Ben O'Connor (Decathlon AG2R La Mondiale), quien se ubica a 12 minutos y siete segundos de la cima.
Pogacar, que se calzó la casaca rosa tras la segunda etapa y nunca más la soltó, hoy cerró en solitario la etapa y alzó los brazos al cielo con una sonrisa indisimulable en sus labios con esa sensación del deber cumplido.
Una multitud lo aclamó al cruzar la meta reconociendo la superioridad que ejerció en esta edición del Giro el favorito esloveno, bautizado por algunos como el Diego "Maradona del ciclismo" y comparado por otro con leyendas de este deporte como el belga Eddy Merckx, apodado el "Caníbal".
Pogacar refrendó sus pergaminos en esta edición y demostró que no se conforma porque pocas veces reguló energías en el Giro en el que siempre fue por todo, con un instinto "asesino" que hoy confirmó tras un triunfo memorable que dejó a más de uno con la boca abierta.
El esloveno demostró que es un ciclista "de otro planeta", como alguno lo definió, y logró su sexta victoria en una etapa, igualando lo hecho por el suizo Tony Rominger, que también celebró seis en la edición de 1995, aunque el récord de Gianni Bugno, aunque por poco, se mantuvo vigente y el italiano sigue siendo el único que lideró una edición del Giro en todas sus etapas, en 1990.
"Quisiera agradecerle a los italianos, a mis compatriotas, a mi equipo y a los organizadores", destacó Pogacar al explicar que "si bien quizás no era necesario ganar esta etapa para retener el liderazgo de la competencia, quería hacerlo", como para que no queden dudas de quien es el rey de este deporte. (ANSA)