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Último acto en Wembley

Real Madrid y Borussia Dortmund tienen una cita con la historia

Redazione Ansa

    (ANSA) - LONDRES, 31 MAY - Real Madrid y Borussia Dortmund chocarán mañana por el título de la Champions League en Wembley, que alberga su octava final del torneo en la que el equipo español irá por su decimoquinta corona y el alemán por la segunda y por revancha.
    Borussia Dortmund, campeón en 1996-97 al vencer por 3-1 a Juventus en el Estadio Olímpico de Munich, perdió la segunda final que disputó justamente en Wembley en 2012-13.
    Fue la primera de la historia entre dos equipos de la Bundesliga y la ganó por 2-1 Bayern Munich, que celebró así la quinta de sus seis coronas en la Champions.
    Espina que intentarán quitarse el equipo de Edin Terzić, que a los 41 años busca alzar su segundo título con tras la Copa de Alemania de 2020-21, y el mediocampista Marco Reus, presente en aquella final con el Bayern.
    Reus jugará su último partido con el Borussia y tras 12 temporadas espera despedirse con un título porque -confiesa- "Dortmund es todo para mí".
    En esta sexagesimonovena final del torneo, el equipo alemán chocará con el siempre favorito Real Madrid, mucho más acostumbrado a jugar estas instancias.
    Hace dos temporadas, el "merengue" celebraba su última consagración derrotando por 1-0 a Liverpool en el Stade de France con un gol del brasileño Vinicius Jr.
    "Siempre lo recordaré, pero quiero más", aclaró el delantero de 23 años, que además festejó tres Ligas de España y una Supercopa Europea.
    "Ojalá podamos coronar una temporada brillante", auguró al aludir a la consagración como campeón de España de un Real Madrid que también quiere recuperar el trono en Europa.
    Vinicius reconoce que en su crecimiento resultó clave el entrenador italiano Carlo Ancelotti, campeón en las cinco principales Ligas del continente (Serie A con Milan, Premier League con Chelsea, Ligue 1 con PSG, Bundesliga con Bayern Munich y dos Ligas de España con Real Madrid).
    "Carletto" puede conquistar mañana su quinta Champions como DT tras las dos que festejó con Milan (2002-03 y 2006-07) y las dos que logró con Real Madrid (2013-14 y 2021-22), con lo cual igualaría la línea del Barcelona, el quinto club con más títulos en el torneo.
    A los 64 años, intentará repetir mañana en la decimoctava final de la Champions para el "merengue" y dijo: "Hemos disfrutado porque llegar a la final siempre es un éxito. Sabemos que hicimos bien las cosas y ahora queremos coronar con la cereza del postre".
    "Le dije a Joselu (autor de un doblete en el agónico triunfo ante Bayern Munich por 2-1 en la revancha de semifinales) que por su culpa no estamos de vacaciones en este momento", afirmó entre risas.
    Más serio, destacó que "a la final llegaron los dos mejores equipos y por eso la temporada para nosotros aún no terminó, mientras que para otros sí y verán este partido por televisión".
    "Tenemos toda la emoción y el optimismo del mundo", explicó Ancelotti al recordar que "la historia de Real Madrid en este torneo nació hace 50 años".
    El "merengue", que perdió su última final en Champions en 1981 (frente al Liverpool), jugará por decimoquinta vez ante Borussia Dortmund, siempre en este torneo, y sólo perdió en tres ocasiones y empató en otras cinco.
    Ancelotti sufrirá algunas bajas, entre ellas al del arquero ucraniano Andriy Lunin, afectado de un cuadro gripal y artífice en el triunfo por penales en cuartos ante Manchester City.
    Su lugar será ocupado por el belga Thibaut Courtois, con poco rodaje tras sufrir una grave lesión, mientras que no serán de la partida David Alaba, ni Aurélien Tchouaméni.
    Sí estará el alemán Toni Kroos, quien al igual que Reus jugará su último partido a nivel de clubes antes de despedirse de su selección en la Eurocopa que albergará Alemania.
    Cuatro títulos celebró en Champions y seis los que podría celebrar su compañero croata Luka Modric, Balón de Oro en 2018, si Real Madrid se consagra.
    "El sólo estar aquí ya es una alegría. Jugaremos el partido más importante del año con confianza. Estamos aquí y debemos disfrutarlo" dijo Modric.
    "Para mí, ganar por sexta vez la Champions sería algo increíble, impresionante", confesó Modric, aún cuando destacó que "si bien todos nos dan como favoritos, no nos sentimos así y creo que Borussia llega en gran forma".
    "¿Qué diferencia hay entre esta final y la de hace diez años?, que soy diez años más viejo", dijo Ancelotti, al reconocer que "las horas previas al partido siempre se viven con una dosis de ansiedad y preocupación".
    "Soy un poco supersticioso porque me enseñaron que no serlo trae mala suerte", agregó al comentar que "la de mañana no será mi primera final y espero que tampoco sea la última".
    Ancelotti apostará por el británico Jude Bellingham y por el también brasileño Rodrygo para acompañar a Vinicius en la delantera.
    Confiado también se muestra Terzić, quien no parece amilanarse pese a los pergaminos del "merengue" y advirtió: "Somos capaces de vencer a cualquier rival".
    "Cuando Borussia conquistó la Champions yo tenía 14 años.
    Lamentablemente no estuve en Munich, pero sí en el aeropuerto al día siguiente con mi hermano para recibir al equipo", destacó al afirmar que Borussia es símbolo de su ciudad.
    Una ciudad que sueña con vestirse de amarillo y negro y celebrar de la mano de Terzić, quien recordó: "Queríamos llegar lo más lejos posible en esta Champions y lo hemos logrado, pero nos falta dar un paso más".
    "Enfrentamos a un rival fuerte y con mucha experiencia, pero en un único partido de 90 minutos o quizás de 120 o en los penales podemos vencer a cualquiera", reiteró.
    "Estar en la final de la Champions por tercera vez en la historia es especial e indescriptible. Estamos muy emocionados", coincidió Reus al aludir a la campaña de un Dortumd que finalizó quinto en la Bundesliga conquistada por Bayer Leverkusen.
    Pero como destacó su entrenador, finales son finales y si no pregúntenle al propio Leverkusen, que llegaba invicto en 51 partidos a la de la Europa League y cayó por paliza ante Atalanta (3-0) en Dublín.
    La de la Conference League vio ganar a Olympiacos su primer título europeo en casi 100 años de historia ante una Fiorentina que sufrió su segundo traspié en su segunda final consecutiva.
    Mañana, con el arbitraje del esloveno Slavko Vincic, será el momento de consagrar al nuevo campeón de la Champions, que no será inédito y sucederá en el trono a un Manchester City que hace un año alzaba por primera vez la "Orejona", que mañana cambiará de dueño. (ANSA).
   

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