"No a un estadio en San Donato", se lee en una carta que los profesores enviaron a Gianni Infantino, presidente de la FIFA; a Aleksander Ceferin, titular de la UEFA, ya Gabriele Gravina, su colega de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC).
En su misiva, los docentes incluso le piden a Gravina que adopte "una posición clara contra la construcción de nuevas infraestructuras en terrenos no urbanizados".
Las razones, como informa el diario Corriere della Sera, son medioambientales y climáticas, debido al enorme impacto de la instalación deportiva en grandes superficies actualmente destinadas a uso agrícola y a los problemas de construcción de nuevas infraestructuras en zonas que no están construidas.
Una práctica que provoca "un aumento significativo del CO2 liberado a la atmósfera debido a la pérdida de la capacidad de absorción de carbono de los suelos construidos", como se indica en la carta promovida por los profesores Arianna Azzellino del Politécnico y Giorgio Vacchiano de la Universidad Estatal.
El nuevo estadio del Milan, según los profesores, "supondría la transformación de aproximadamente 30 hectáreas de terreno que nunca han sido urbanizadas, sin olvidar que la Abadía de Chiaravalle se encuentra en las inmediaciones del lugar propuesto para el estadio".
"Para compensar la pérdida ambiental, sería necesario plantar 19 hectáreas de bosque y 32 mil árboles para subsanar lo perdido por el consumo de tierra en veinte años, lo que también incluye varias áreas del Parque Agrícola del Sur de Milán, un parque natural reserva dedicada a la protección de bosques, tierras agrícolas y vías navegables", completa el texto. (ANSA).
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