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"Los Juegos ya son una realidad", Macron

"Sensación de vértigo", dice sentir el presidente francés en la previa de la ceremonia de apertura

París lista para albergar una ceremonia de apertura histórica e inédita de los Juegos

Redazione Ansa

   (ANSA) - PARIS, 25 JUL - "Finalmente, aquí estamos", resumió el presidente francés Emmanuel Macron, a horas de celebrarse la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París, segunda edición que albergará esta ciudad y la primera de la historia fuera de un estadio, con las aguas del río Sena como escenario por el cual desfilarán los más de 10 mil atletas de 206 delegaciones a bordo de 85 embarcaciones.
    "Los Juegos ya son una realidad y como sucede siempre en estos momentos, hay una sensación de vértigo", agregó el mandatario en declaraciones al diario "Le Parisien", aludiendo también a las medidas de seguridad que rodearán esta inédita ceremonia en la que se prevé participarán más de 300 mil espectadores.
    Una apertura que se celebrará por primera vez también en un sitio declarado como "patrimonio de la humanidad" en 1991 por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y que presenciarán cientos de millones de personas por televisión o por "streaming".
    "Desde la Isla de San Luis a la Torre Eiffel, pasando por la Plaza de la Concordia y el Gran Palacio, las riberas del Sena son testigo de siglos de historia de París y de Francia", destacó Audrey Azoulay, directora general de una UNESCO.
    "Estamos encantados de que este patrimonio excepcional, reconocido y protegido por la UNESCO, haya sido elegido como escenario de la mayor ceremonia de apertura al aire libre en la historia de los Juegos Olímpicos", afirmó.
    Con la Santa Capilla y la Catedral de Notre-Dame como telón de fondo, la inauguración de los Juegos "rendirá homenaje al patrimonio cultural de Francia también a través de sus canciones y de la presencia de artistas contemporáneos y clásicos", destacó Macron.
    El mandatario recordó que el 8 de agosto de 1992, cuando tenía 15 años, observó fascinado frente a la televisión en su casa de Amiens, en el norte de Francia, las imágenes de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Barcelona.
    Una edición en la que atleta estadounidense Carl Lewis siguió haciendo historia al cosechar dos de las nueve medallas de oro que conquistó en cuatro ediciones de los Juegos y el no menos legendario garrochista ucraniano Serguei Bubka resignó la corona lograda cuatro años antes en Seúl.
    "Fueron hechos que marcaron mi juventud y son parte de esa generación que creció con ellos", rememoró Macron, quien mañana compartirá el palco con Bubka, hoy integrante del Comité Olímpico Internacional (COI).
    El presidente más joven en la historia de la Quinta República se dijo "orgulloso" por haber apostado "desde el primer día" a la posibilidad de celebrar la ceremonia inaugural en el Sena, "luchando contra el derrotismo y poniendo la maquinaria del Estado al servicio de su ejecución".
    "Queremos que sea una ceremonia única en el mundo y en la historia y velaré porque así sea hasta el último segundo del 8 de septiembre, cuando finalicen los Juegos Paralímpicos", afirmó Macron, que tras los Juegos deberá resolver el "impasse" que generaron las recientes elecciones parlamentarias y conformar lo antes posible un nuevo gobierno.
    Cuando finalice la cita, el saneado río Sena, que albergará varias competencias como las de natación en aguas abiertas, volverá a ser apto para que los ciudadanos parisinos se bañen en sus aguas como en los viejos tiempos.
    Mientras tanto y para que nada altere el programa, los expertos monitoreaban las condiciones de navegación del río, razón por la cual las autoridades competentes están en contacto permanente con los trabajadores de las esclusas que regulan el nivel del mismo.
    Las lluvias son un elemento a tener muy en cuenta y en caso de caer en forma torrencial, como sucedió el mes pasado, el caudal del Sena crecería desmesuradamente y eso impediría que las embarcaciones pudieran pasar sin dificultades por debajo los puentes.
    Seis kilómetros completarán las delegaciones en un recorrido que se durará unos 42 minutos, acompañadas por aquella que movilizarán a los técnicos a cargo de las maniobras y a los que cubrirán la ceremonia con las cámaras de televisión (sumando un total de 187 embarcaciones).
    Una buena noticia para los organizadores llegó con la confirmación de la presencia de la artista canadiense Céline Dion, alejada de los escenarios desde hace cuatro años y medio por motivos de salud, pero quien cantará mañana en la ceremonia una joya de su repertorio: "L'hymne à l'amour" (Himno al amor), de Edith Piaf.
    Dion se reunió con la primera dama, Brigitte Macron, y la fotografía difundida en las redes por su jefe de gabinete, Tristan Bromet, las muestra sonrientes en una habitación del "Royal Monceau", hotel en el que se alojó la estrella a escasos metros del Palacio del Eliseo desde que arribó el martes procedente de Las Vegas en un jet privado.
    Otro momento clave de la ceremonia inaugural lo protagonizará el basquetbolista Dennis Schroeder, el primer abanderado negro de Alemania en la historia de los Juegos y quien fue campeón mundial con la selección de su país.
    El velocista franco-australiano Sasha Zhoya optó por ponerle fin a la polémica que se suscitó cuando anunció que luciría una falta y sería el primer hombre de la historia en hacerlo en una ceremonia de apertura, pero quien finalmente optó por desfilar con pantalones.
    Uno de los contrastes lo marcará la escueta delegación de San Marino (el país más pequeño en lograr una medalla olímpica al sumar sus primeras tres en Tokio en 2021), compuesta por apenas cinco atletas, comparados con los 405 que competirán por China, que busca mejorar su cosecha de 89 medallas en la capital nipona.
    Encabezados por Ma Long, estrella del tenis de mesa, y por la nadadora Feng Yu, subcampeona olímpica en la pasada edición, China intentará superar los 38 oros obtenidos en Tokio y sepultar las sospechas que suscitó la confirmación por parte de la WADA de que 23 de sus nadadores presentes en los pasados Juegos habían dado positivo en controles antidoping previos.
    Un misterio nunca revelado antes de la ceremonia inaugural es quién será el último portador de la antorcha olímpica que encenderá el pebetero, que arderá durante 16 días a lo largo de los cuales algunos lograrán coronar sus sueños, otros refrendarlos y muchos volverán a casa con un recuerdo imborrable, más allá de cuál sea su suerte o desgracia a la hora de salir al ruedo.
    La cuenta regresiva para el inicio de los Juegos de París está llegando a su fin. (ANSA).
   

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