(ANSA) - PARIS, 31 JUL - El combate de boxeo que sostendrán mañana la italiana Angela Carini y la argelina Imane Khelif reavivó la polémica relacionada con los niveles de testosterona de la púgil africana y remite al caso de la fondista sudafricana Caster Semenya, bicampeona olímpica de los 800 metros.
Impedida de competir por la Federación Internacional de Atletismo si no se sometía a un tratamiento hormonal para reducir sus niveles de testosterona, Semenya llegó hasta el Tribunal de Estrasburgo, que falló en favor de la atleta, cuyo recurso había sido rechazado por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Su caso marcó un antes y un después en lo relacionado con la cuestión de género en el deporte, que sigue dividiendo las aguas, como sucede con la argelina Khelif, excluida del Mundial, pero admitida para disputar los Juegos de París.
"Debemos actuar con prudencia y responsabilidad institucional", explicó el presidente de la Federación italiana de boxeo (FIP), Flavio D'Ambrosi, al aclarar: "El Comité Olímpico Italiano (CONI) es el interlocutor autorizado para hablar del tema con el Comité Olímpico Internacional (COI)".
"Hablé con Angela y no me pareció preocupada", agregó D'Ambrosi al reconocer que se trata de "un caso particular que, a mi entender, está en línea con el respeto a los valores y a las reglas de la Carta Olímpica".
El CONI informó que solicitó al COI "que los derechos de todos y todas las atletas estén alineados con los principios de la Carta Olímpica y los reglamentos", aunque no hace alusión explicita al combate en la categoría welter (hasta a 66 kilogramos).
"Debo adaptarme a lo que decidió el COI y subiré al cuadrilátero a dar todo", afirmó la napolitana de 25 años que enfrentará a una rival en cuyos exámenes de ADN a los que la sometió la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) se detectaron cromosomas XY, compatibles con los de un hombre.
"Es incomprensible que no exista una misma línea en los parámetros de los valores mínimos hormonales a nivel internacional que aplique para un Campeonato europeo, un Mundial y un Juego Olímpico", dijo el ministro de Deportes italiano, Andrea Abodi.
"El evento que representa los más altos valores del deporte debería garantizar la seguridad de los atletas y el respeto del principio de igualdad y creo que para Carini mañana no será así", sentenció.
"No es casual que muchas disciplinas hayan impuesto restricciones a los atletas transgénero. Asistimos a una interpretación del concepto de inclusión que no tiene en cuenta factores primarios e irrenunciables", completó.
"Deseo que el combate entre nuestra Carini y la argelina Khelif garantice la integridad y la equidad de la competencia", terció el ministro de Salud italiano, Orazio Schillaci.
"No debemos perder de vista los distintos niveles de fuerza que se enfrentarán en el cuadrilátero y tampoco la seguridad y la salud de nuestra atleta", alertó.
"Aún respetando todas las orientaciones sexuales, desconocer las diferencias biológicas entre un hombre y una mujer es algo privado de todo fundamento científico", dijo el vicepresidente de la Cámara de Diputados de Italia, Fabio Rampelli (del partido Hermanos de Italia).
"Basta con mirar la masa muscular de un hombre y de una mujer para darse cuenta- Hacer combatir en un ring a dos deportistas de distinto sexo es atentar contra la seguridad de las mujeres y eso sucederá mañana cuando Carini se enfrente con un muchacho", agregó.
"La misma ideología paradojal que acecha a nuestra sociedad al ver el patriarcado en cada gesto o frase, a veces completamente normal, nos lleva hoy a tener que aceptar que un hombre biológico le gane a una mujer porque, en la 'jerarquía woke' el trans derrota a la mujer", completó.
El COI -dijo- "decidió ignorar las voces de la ciencia que indican que el puñetazo de un hombre tiene un 160 por ciento más de potencia que el de una mujer".
Según el diputado, la propia Khelif declaró que "nunca sufrió golpes duros en 13 años de carrera profesional y se siente afortunada por no haber tenido traumatismos graves".
"Este combate envía un mensaje horrible. Si se aprueba el concepto de igualdad universal, incluida la igualdad física entre hombres y mujeres, desaparecerá uno de los principios que inhiben el uso de la violencia contra las mujeres", recordó.
La ministra italiana de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades, Eugenia Roccella, expresó "enorme preocupación al saber que en las competencias de boxeo femenino de París fueron admitidas dos personas transgénero" "Son hombres que se autoperciben como mujeres, que habían sido excluidas de otras competencias recientes", dijo al aludir a Khelif y la taiwanesa Lin Yu-ting.
"Su presencia obliga a aplicar requisitos de admisión rigurosos, ciertos y unívocos para que se respete el principio de igualdad, más aún en deportes que demandan una confrontación física que podría poner en peligro o dañar al rival con menos potencia", agregó.
"¿Es políticamente incorrecto si digo que haré fuerza por la mujer en el combate con el transgénero argelino?", acotó el presidente del Senado, Ignazio La Russa, en un debate en el que terció la senadora Giulia Cosenza, de Hermanos de Italia.
"Esta locura fue posible por la creación de una comisión 'ad hoc', la Boxing Unit de París 2024", afirmó al aludir a la entidad responsable de organizar los combates de boxeo que estaban a cargo de la IBA, que utiliza parámetros distintos a los del COI.
"Expresamos nuestra preocupación por la aplicación incoherente de los criterios de admisión por parte de otras organizaciones, incluidas las que supervisan los Juegos Olímpicos, pero no estamos involucrados", comentó la entidad.
La IBA recordó que cuando descalificó en 2023 a Lin y a Khelif, quien se dijo "víctima de un complot" y acudió al TAS (aunque luego desistió), "fue porque no respetaban los criterios de idoneidad para participar en una competencia femenina y contaban con una ventaja deportiva".
La boxeadora mexicana Brianda Tamara definió como "peor que muchos sparring hombres a los que enfrenté" a la argelina, a quien el COI le dio luz verde para competir y dio por saldada la cuestión al asegurar. "Para nosotros, Khelif es una mujer" y está habilitada para competir. (ANSA).
Otra polémica en los Juegos
Por participación de boxeadoras cuyo género femenino es cuestionado