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Imane Khelif, del infierno a la gloria

La cuestionada boxeadora argelina se consagró campeona olímpica

Redazione Ansa

   (ANSA) - PARIS, 9 AGO - La boxeadora argelina Imane Khelif concretó hoy el sueño que acunó de niña y se consagró campeona olímpica en la categoría hasta 66 kilogramos en los Juegos Olímpicos en una París que hoy la aclama.
Khelif, de 25 años, se impuso por 5-0 en fallo unánime frente a la china Liu Yang al cabo de un combate por el título que se celebró en un cuadrilátero especialmente montado en el estadio Philippe-Chatrier de Roland Garros, que la aplaudió de pie.
La púgil fue protagonista involuntaria de una de las mayores polémicas de estos Juegos por su hiperandrogenismo, condición que comparte con la taiwanesa Ling Yu Ting, quien el sábado luchará por el oro en la categoría hasta 57 kilogramos con la polaca Julia Szeremeta.
Khelif y Ting podrían compartir la gloria en una edición de los Juegos en la que quedaron en el foco de una controversia que llegó a ser tema de debate incluso en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU y en el que todo el mundo se sintió con autoridad para opinar, la mayoría de las veces sin sustento científico alguno.
Todo comenzó cuando la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), a la que el Comité Olímpico Internacional (COI) le retiró la organización de los torneos olímpicos por manejos poco claros de los fondos y sospechadas designaciones arbitrales, decidió filtrar detalles de supuestos controles a ambas pugilistas relacionados con su marginación en el pasado Mundial de 2023.
Según los mismos, aunque nunca se publicaron los resultados oficialmente, ni Khelif, ni Ting superaron los controles de género de ese torneo, lo que pareció ser un pase de facturas al COI, que aplicó un criterio distinto para admitirlas en los Juegos y desde un primer momento sostuvo sin medias tintas que nacieron y compiten como mujeres desde hace años.
Así lo reiteró en más de una ocasión luego de estallar la polémica, que coincidió con el debut de Khelif en el torneo olímpico con un triunfo categórico logrado en apenas 46 segundos frente a la italiana Angela Carini, quien luego de recibir el primer golpe abandonó aduciendo que nunca la habían castigado tan duro.
Algunos pretendieron ver una maniobra detrás del abandono de la boxeadora "azzurra" que su entrenador descartó rápidamente y muchos -en su mayoría políticos- se encolumnaban detrás del discurso que alimentó la polémica al aducir que no había sido una pelea equitativa.
Otros, en cambio, reivindicaban a Khelif y recordaban los sacrificios realizados a lo largo de toda su vida para poder practicar un deporte que en Argelia está mal visto entre las mujeres e incluso por el propio padre de la boxeadora, que lo consideraba apto sólo para los hombres.
A medida que Imane avanzaba en el torneo, la propia Carini se disculpaba y le deseaba éxitos a su rival del estreno cuyo padre también optó por cambiar su discurso y considerar públicamente a su hija como una "heroína" nacional.
En silencio y "en nombre de la dignidad de todas las mujeres", la también embajadora de UNICEF se fue abriendo camino en París hasta llegar a la final soñada, que hoy vivió en plenitud tras alcanzar la gloria por la que rezaba el pueblo argelino.
Khelif encarnó en estos Juegos el sueño de muchas jóvenes y, de paso, le aseguró el segundo oro en esta cita para su país tras el que aportó otra mujer: Kaylia Nemour, de 17 años, nacida en Francia, pero que optó por competir para la nación de sus padres y se consagró campeona olímpica la prueba de barras asimétricas de las competencias de gimnasia artística.
Su oro y el de Imane le permitieron a Argelia igualar el récord de dos doradas en una cita olímpica que hasta hoy sólo habían logrado sus compatriotas Nuredin Morceli, en los 5 mil metros, y el boxeador Hocin Soltani, en los Juegos que se celebraron en Atlanta en 1996.
Khelif hizo historia esta tarde-noche en el templo del tenis y frente a miles de compatriotas que hicieron flamear sus banderas desde temprano y como los que seguramente esperarán ansiosos por su regreso a casa para consagrarla definitivamente como su heroína.
Ajena al clima externo, Imane pareció mostrar algunos signos de nerviosismo sólo en el inicio del combate titular, pero luego se fue soltando y doblegó a Yang, quien sabiéndose derrotada salió a jugarse el todo por el todo en el tercer y definitivo asalto buscando un nocaut salvador. 
No pudo ser para la boxeadora china y por eso se celebra en Argelia y en Biban Mesbah, la localidad de la provincia de Tiaret de la cual es oriunda Khelif, cuya consagración congregó a cientos de ciudadanos y a decenas de periodistas locales y extranjeros.
Presentes en la plaza en la que fue desplegada una pantalla gigante para presenciar la gran final olímpica estaban varios miembros de la familia de Imane, incluida sus abuelas materna y paterna, que celebraron junto a una multitud.
"Estamos orgullosos de tí, campeona olímpica Imane. Tu victoria es la victoria de toda Argelia y tu oro es el oro de un país. Muchas gracias", afirmó el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, en un mensaje publicado en la red social X (ex Twitter).
Ocho días pasaron apenas desde aquel estreno hasta este triunfo en la final, aunque mucha agua corrió bajo el puente y muchas opiniones cambiaron radicalmente ahora que Khelif logró colgarse la ansiada medalla de oro para poner fin a la polémica y dejar su huella en estos Juegos. (ANSA)

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