"Sólo tengo guerra en mi cerebro", se lee en uno de los chats de 2020 entre Lucci y un "fiduciario" cercano a la banda Barbaro-Papalia de la 'Ndrangheta para "organizar una batería armada" para "tomar el control del mercado de la droga" en Milán e imponer un "monopolio de las ventas".
Lucci, de 43 años, y otros "elementos destacados del narcotráfico lombardo" fueron notificados de una orden en una nueva maxi investigación en el eje Calabria-Lombardía, que reconstruyó importaciones, incluso procedentes de América del Sur, de más de dos toneladas, entre cocaína, hachís y heroína y una red de efectivo de 11 millones de euros con "canales bancarios clandestinos" dirigidos por chinos.
La Unidad de Policía Económica y Financiera de la Guardia di Finanza de Pavía y por el Servicio Central de Investigación contra la Delincuencia Organizada de Fiamme Gialle realizaron un total de 20 detenciones.
De esas 20 personas arrestadas en las provincias de Pavía, Milán, Reggio Calabria, Lecco y Piacenza, 15 ya están en prisión (incluido Lucci) y otras 5 están bajo arresto domiciliario, acusadas "de pertenecer a una asociación dedicada al tráfico de drogas, dividida en celdas", cuyos "miembros, a pesar de tener tareas diferentes, tenía como objetivo adquirir grandes cantidades de droga para su control en la ciudad de Milán", especialmente cocaína.
Lucci recibió la nueva orden de arresto preventiva en prisión, adonde se encuentra desde finales de septiembre pasado por asociación criminal junto con otros ultras del Milan.
Un caso que también involucró a dirigentes y aficionados del Inter y que se enfocó en los negocios ilícitos, las agresiones y extorsiones de las barras de ambos clubes de Milán.
En la orden firmada por el juez de instrucción Luigi Iannelli, en la investigación de la DDA de Milán, dirigida por Marcello Viola y Alessandra Dolci, y por el fiscal Gianluca Prisco, se imputan a Lucci, conocido como "la bestia", 11 episodios de tráfico de drogas, sobre todo el hachís, incluso "de 96 kg" a la vez.
En cambio, no figura la asociación destinada al tráfico de drogas, acusación que afecta, entre otros, a Andrea Rozzo, ahora en prisión y que habría tomado el lugar de Davide Flachi, hijo del histórico jefe de la 'Ndrangheta del distrito de Comasina de Milán, Pepé Flachi.
Esta investigación también se basa en los mensajes recuperados con un operativo internacional, en marzo de 2021, de los "criptófonos SkyEcc" y con los que los narcos de varios países se han comunicado durante años.
De ahí, los negocios de droga entre Antonio Rosario Trimboli (detenido), considerado "un broker" del narcotráfico internacional y casado con la hija de Lucci, y Rosario Calabria (arrestado), un hombre de confianza del jefe del Sur, pero también primo de Trimboli y vinculado a Domenico Papalia, hijo de Antonio, un jefe encarcelado de por vida.
Lucci, ya condenado en el pasado por narcotráfico y también investigado como instigador de un intento de asesinato de Anghinell (por el que su presunto lugarteniente, Daniele Cataldo, acabó recientemente en prisión), también es acusado de estar relacionado con Luca Calajó (nuevamente detenido), sobrino del presunto narcotraficante del distrito Barona, Nazzareno Calajó.
A su vez, Roberta Grassi, la presunta contadora de "Rossoneri Sud", que fue acusada pero no detenida en el marco de la investigación de la "doble curva", también terminó bajo arresto domiciliario por complicidad.
El juez de instrucción indicó que Grassi se encargó de operar "dinero en efectivo" en nombre de Lucci "por unos 2.732.210" euros sólo entre el 10 de septiembre de 2020 y el "3 de marzo de 2021", es decir, en menos de seis meses.
También de los documentos se desprende que Islam Hagag, uno de los ultras del Milan detenido hace un mes y medio y que, como documentan fotografías sociales, en el pasado estuvo a menudo en compañía del cantante Fedez (no incluido en esta investigación, sino por la golpiza al entrenador personal Cristiano Iovino), tuvo dos pistolas "con número de serie desgastado" en su casa de Cologno Monzese. (ANSA).
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