"Hace poco leí la historia de la hija de Roberto Mancini, que fue discriminada por una malformación facial.
Creo que no hay nada de qué avergonzarse", enfatizó D'Aversa en diálogo con "Crónicas de vestuario".
"Me desperté y mi boca ya no respondía. Me estaba cepillando los dientes, hacía dos días que no sentía sabores. Fui al hospital.
Es un malestar pasajero, que mejora día tras día", explicó el DT del Empoli.
D'Aversa, de 49 años, incluso aseguró que sigue haciendo una vida muy normal: "no me escondí. Salí al campo, delante de las cámaras, sin problemas", enfatizó.
"Para tranquilizar a la gente que me quiere, pero sobre todo porque me pongo en el lugar de quien vive permanentemente con este problema, de quien tiene que lidiar con problemas físicos desde que nació", agregó.
"Me identifico con quienes han vivido con ello toda su vida. A aquellos que son intimidados por esto. Sólo estoy tomando medicamentos para los nervios, ya pasará. Si observo los problemas que enfrenta mi madre, llego a la conclusión de que los problemas son otros", completó D'Aversa. (ANSA).
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