(ANSA) - Los bancos italianos continúan adaptándose a un mundo de tasas en rápido aumento, aunque la quiebra del banco estadounidense Silicon Valley Bank (SVB) quizás ralentice ciertas decisiones en Frankfurt y Washington.
Así, el panorama se presenta con menos depósitos y más obligaciones, un aumento de los tipos de interés sobre los préstamos y, al mismo tiempo, del coste de la recaudación que conducirá a una reducción de aquellos márgenes que aseguraron buenos beneficios en los últimos meses.
Y la morosidad, que representa solo el 0,88% del total de préstamos, sigue bajo control.
El informe mensual de ABI también reveló cómo las entidades de crédito, bajo el estímulo de una estricta supervisión europea, continúan reajustando la estructura de sus balances a un mercado que cambia rápidamente.
Un camino que comenzó hace meses con el cambio de ritmo del Banco Central Europeo (BCE).
Así, en febrero se ralentizó el crédito (+0,8 frente al +1,6%) especialmente de empresas y hubo un nuevo descenso, el cuarto consecutivo, de los depósitos (-2,2%), dado que las empresas están aprovechando la fuerte liquidez acumulada durante la pandemia gracias también a las diversas formas de financiación recibidas.
Por ende, los bancos apuestan por la financiación a mediano y largo plazo en forma de bonos colocados con familias y empresas, también porque los préstamos Tltro del BCE llegarán a su vencimiento en los próximos meses.
Se trata del tipo de recaudación más cara. Si en las cuentas corrientes -que, sin embargo, son herramientas para tener servicios no propios de ahorro-, la tasa se detiene en el 0,21%, para captar fondos de los ahorradores la rentabilidad tuvieron que subir.
Los de las nuevas cuentas de depósito se sitúan en el 2,01% mientras que los de los nuevos bonos a tipo fijo se sitúan en el 5,01% frente al 1,7% de hace un año.
Todavía existe un importante stock de financiación a tipos bajos con los bancos y, de hecho, el diferencial entre tipos activos -la media de los préstamos es del 3,66%- es de 295 puntos básicos, un nivel que no se veía desde 2009.
Esto también asegurará buenos márgenes para los bancos en los próximos meses y, por lo tanto, buenos beneficios, aunque estén disminuyendo precisamente por los mayores y crecientes costos de financiación. Sin embargo, se verá el efecto de las altas tasas sobre la demanda.
Si, de hecho, los préstamos a empresas muestran una variación casi nula, los hogares aún muestran un +3% en enero. Para los que tienen hipoteca a tasa variable, la cuota ha subido bastante y el tipo para nuevas operaciones sube por encima del 3 hasta cerca del 4% según las tipologías.Finalmente, el temido salto debido a la guerra aún no se ha visto, por un lado porque los NPL suelen llegar tarde a los balances bancarios, y por el otro porque la economía nacional y europea se mantuvieron.
Los préstamos morosos en enero ascendieron a 15,3 mil millones, 1.000 millones más que en diciembre, pero menos que en el mismo mes del año anterior. (ANSA)