(ANSA) - Por Michele Esposito - Un mes tiene Italia para negociar el tercer tramo de 19 mil millones y unos cuantos más para negociar la flexibilización de los fondos y así, la puja en torno al dinero del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR) entre Italia y la UE, se acerca a una encrucijada.
Se trata de un partido que, para Roma, es ciertamente cuesta arriba y, quizás, ni siquiera se vea facilitado por los diversos frentes abiertos entre el Gobierno y Bruselas, por el Green Deal (el pacto verde para reducir las emisiones de CO2) o por el MES (Mecanismo Europeo de Estabilidad).
"No hay preocupación, hay concienciación y estamos trabajando proactivamente con la Comisión", aseguró desde Bruselas el ministro para los Asuntos UE, Cohesión y PNRR, Raffaele Fitto. Italia es el máximo receptor de los fondos de recuperación europeos aprobados durante la pandemia del coronavirus: unos 191.500 millones que llegarán en plazos hasta 2026.
El ex eurodiputado volvió a la capital belga para actualizar las negociaciones con el ejecutivo de la UE con un doble objetivo: lograr el visto bueno para el tercer tramo y llegar a un margen de maniobra que permita el traspaso del PNRR a la programación de Cohesión aquellos proyectos que, en 2026, son inviables.
Tuvo reuniones técnicas y se reunió con la delegación de Hermanos de Italia en la Eurocámara.
El mensaje fue más o menos el mismo: el gobierno apuesta por defender todo el abanico de proyectos para la aprobación de la UE al tercer tramo y, al mismo tiempo, planteó un problema: en el PNRR italiano hay target que, para 2026, "es imposible de lograr".
Sobre el primer punto, dos proyectos penden de un hilo, el del nuevo estadio de Florencia (sobre el que habría dudas relacionadas con la admisibilidad del plan en las normas europeas de competición) y el del "Bosco dello sport" en Venecia El "no" de la Comisión está lejos de ser excluido también porque el Ejecutivo no puede permitirse perder los miles de millones que ya deberían haber llegado a principios de marzo.
Además, no ocultan que se trata de proyectos que forman parte del PNRR del ex premier Mario Draghi, sobre el que Bruselas había dado el visto bueno.
Por la noche, el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, subrayó, otra vez, más cómo la UE "trabaja junto con Italia y no tiene ningún deseo de volver a proponer divisiones internas en Bruselas" en la política italiana.
Pero quizás, dentro de la UE e impulsada por los "frugales" -grupo de países que se caracteriza por su austeridad, como Holanda, Dinamarca, Austria y Suecia- algo en la actitud de Europa hacia Italia cambió.
Según Fitto, no hay afán de polémica por parte del Ejecutivo.
"De acuerdo con los alcaldes y con los ministerios del Interior y de Economía, el Gobierno preparará respuestas aclaratorias" a la UE sobre los proyectos que se examinan, esperando que se encuentre una solución", explicó.
Acerca del otro frente, el de la modificación del PNRR, Roma presentará, en cambio, "un informe completo que tomará una imagen del estado actual también con las propuestas de cambio que deberán abordarse de acuerdo con la UE".
Un cambio que tendrá en cuenta el capítulo adicional del RepowerEu -plan la Comisión Europea de para "poner fin a la dependencia de la Unión Europea con respecto a los combustibles fósiles rusos"-., pero también el hecho de que, según el plan energético estratégico de la UE, los recursos no reembolsables para Italia provendrán únicamente del sistema de fondos financieros ETS y, por el momento, Roma no tiene derecho a más préstamos.
La flexibilidad en el uso de los fondos, donde países como Alemania pueden contar con la nueva flexibilización de las ayudas estatales, se convierte así en una "convergencia lógica".
"Podríamos imaginar una coordinación única para el PNRR que vence en junio de 2026, los Fondos de Cohesión que deben gastarse hasta 2029 y el Fondo de Desarrollo y Cohesión, que es nacional y no tiene fecha límite", explicó Fitto.
Bruselas, en este punto, ya mostró apertura.
Pero el trabajo sobre qué proyectos "transferir" a Cohesión es complejo y podría cruzarse con la ira de varios administradores locales.
Para el gobierno el camino es que plantear el problema ahora ha sido un gesto de responsabilidad, porque evita que estalle dentro de unos meses o un año. Al menos ésa es la línea de Fitto.
Que la UE posponga la caducidad del PNRR para después de 2026, incluso en Roma, queda ya descartado. Mientras crece la conciencia de que la mayor trampa vinculada al Fondo de Recuperación estaba escondida precisamente en su fecha límite.
De momento, Italia ha cumplido todos los objetivos marcados para 2021 y 2022, un total de 151 respecto a los 527 comprometidos para 2026 -año límite fijado por la UE-, y ha recibido 66.900 millones de euros. (ANSA).
Roma negocia en Bruselas por el PNRR
"Estamos trabajando proactivamente con la UE", ministro Fitto