Economía

Tren de alta velocidad Turín-Lyon en 2033

Avanzan las obras italianas, hay demoras en Francia

Redazione Ansa

(ANSA) - BRUSELAS - La atormentada promesa de un tren de alta velocidad que cruce los Alpes y una la ciudad italiana de Turín con la francesa de Lyon sigue dominando en Bruselas, donde la Comisión Europea está presionando a París por los retrasos y aplazamientos que podrían costar muy caro.
    Al mismo tiempo, anima a Roma a seguir trabajando a paso acelerado para cumplir los compromisos adquiridos.
    Por ahora, lo único que queda por asignar del túnel de base de Mont Cenis entre Saint-Jean-de-Maurienne y Susa, muy probablemente dentro de un año, es el último lote, el italiano, para trabajos de excavación.
    Sin embargo, entonces toda la planificación que queda por hacer, y ligada al tramo italiano, quedará en manos del vacilante gobierno francés, lidiando con la elección de la ruta de acceso al túnel. La interlocución entre Bruselas y París se prolonga desde hace meses, no sin reproches desde la UE.
    "Un túnel sin acceso no tiene sentido", advertía el pasado verano la coordinadora europea encargada de los TAV (Trenes de Alta Velocidad) y ex primera ministra de Eslovaquia, Iveta Radicova. Pero, después de casi un año, el impasse aún no se ha superado en territorio francés.
    Y, en efecto, las sombras de un posible aplazamiento de los trabajos se han alargado hasta el punto de llevar en los últimos días a unos sesenta parlamentarios franceses de distintos bandos políticos a dirigir un llamamiento directamente al presidente Emmanuel Macron. Palabras reforzadas una vez más por Radicova, que en la jornada organizada en la capital belga por Telt, empresa responsable de la construcción y gestión del tramo internacional de la línea Turín-Lyon, volvió a instar a París a "seguir preparando los estudios preliminares" para la elección de las rutas de acceso al túnel, asegurando el pleno compromiso de Bruselas de "cofinanciar" el procedimiento para "permitir que Francia esté lista a tiempo".
    Mientras tanto, ya son diez las obras de construcción entre los dos valles, con más de 1.400 personas trabajando, que llegarán a 4.000 directos y otros 4.000 indirectos en el pico de actividad de los próximos años. Y en el lado italiano, las obras parecen avanzar según lo previsto.
    En las previsiones de Telt, dentro de un año, quizás "incluso dentro de septiembre", se firmarán los contratos del último lote de excavación. Una hoja de ruta ilustrada por el director general adjunto Maurizio Bufalini que prevé la activación del período de prueba de la línea para fines de 2032.
    A tiempo para ver "el primer paso del tren en 2033". Y acortar cada vez más las distancias en el Corredor Mediterráneo Europeo. (ANSA).
   

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