(ANSA) - ROMA- Es un lunes de riesgo para quienes viajan en tren debido a la huelga nacional de ferroviarios proclamada por los sindicatos de base CUB y USB que protestan por la renovación del contrato. La parada de los servicios de 8 horas, de 9 a 17 horas, afecta a todas las empresas del sector e impacta no sólo a la estatal Trenitalia, sino también a Italo y Trenord.
También se cruzarán de brazos los trabajadores del transporte de mercancías y los de RFI, la empresa que gestiona la red y las infraestructuras ferroviarias.
Los viajeros que utilizan trenes locales para viajar podrían sufrir los mayores inconvenientes, mientras que actualmente no se esperan situaciones particularmente críticas para los viajes de larga distancia.
Trenitalia ha hecho saber que Frecciarossa e Intercity deberían viajar con regularidad, sin excluir problemas en el servicio incluso antes y después de la duración de la huelga, y habla de posibles limitaciones o cancelaciones de trenes regionales.
Italo también advierte de posibles inconvenientes y retrasos, y para mantener informados a los viajeros ha publicado, como es habitual en estos casos, una lista de trenes garantizados.
La protesta se basa en la petición de "una verdadera y adecuada renovación contractual nacional", como se indica en la nota del USB que recuerda también la paralización del transporte ferroviario que afectó recientemente a Alemania: "Los maquinistas se declararon en huelga durante 6 días por el mismo motivos, una señal de que el ataque de los empresarios es colectivo", subrayan los sindicatos de base.
En Roma, está prevista una manifestación por la mañana en la Piazza della Croce Rossa, donde se encuentra la sede de los Ferrocarriles Estatales. "Es completamente inaceptable que las relaciones sindicales dentro de uno de los grandes grupos industriales y públicos se desarrollen en las actuales condiciones de vacío regulatorio, económico y de representación de los trabajadores", subraya la USB.
El ataque también ha sido duro contra los demás sindicatos que firmaron un acuerdo con Trenitalia el 10 de enero pasado, definiéndolo como "un golpe limpio".
"Con esta firma -se afirma- se desmantelan los restantes pilares contractuales que protegen los períodos de descanso diario y semanal. , se da a la empresa la máxima flexibilidad organizativa con coste económico nulo y en el mayor detrimento de las condiciones de trabajo y de la calidad general de vida de los trabajadores implicados". (ANSA).
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