(ANSA) - BERLINO, 14 MAR - La fuga de las inversiones de
Alemania prosigue sin pausa y lo certifica el estudio de un
instituto de investigación cercano a los empresarios alemanes
que da la alarma: los inversores -no solamente extranjeros-
perdieron la confianza en la máxima economía de la UE,
convertida en poco atrayente por una venenosa combinación de
costos y burocracia frente a las infraestructuras no más en la
vanguardia como cuando la Bundesrepublik era la locomotora
económica de Europa.
Luego de haber alcanzado niveles récord en 2021 y 2022, el
"drenaje" de inversiones externas directas hacia Alemania llegó
a los 94.000 millones de euros, entre los valores más elevados
desde el comienzo del relevamiento en 1871, explica el Instituto
de la economía alemana (IW).
Solo Japón está peor, pero en Tokio las tasas aumentaron
menos bruscamente respecto a otros países industrializados. El
flujo de inversiones hacia la economía alemana el año pasado fue
el más bajo desde 2014, mientras las mismas empresas alemanas
continúan expandiéndose, sobre todo en los países limítrofes,
como emerge del estudio.
En particular en la química, el tercer mayor sector
industrial de Alemania, este año ocho empresas de cada 10
cuentan con no variar o aumentar sus inversiones en el exterior.
El estudio del IW muestra todavía como muchos capitales están
saliendo de la sombra creada por luminosos anuncios de grandes
inversiones extranjeras en Alemania, desde Microsoft en la IA e
Intel para los chip.
La debilidad de las inversiones no es un fenómeno únicamente
alemán sino paneuropeo como lo demuestra el hecho de que ninguno
de los 20.000 millones de dólares desembolsados por Exxon Mobile
para las tecnologías verdes terminará en la UE. No es casualidad
el encargo de analizar la baja de la competitividad de Europa
que la Comisión Europea dio al expresidente del BCE y ex premier
italiano Mario Draghi.
Como certificó el ISTAT alemán, la debilidad de las
inversiones es la causa principal de la actual contracción del
0,3% registrada el año pasado por el PBI de Alemania.
Pesan "los costos elevados, la burocracia extenuante y las
infraestructuras no funcionales, como sintetizó el IW, e hizo
notar que "las empresas extranjeras piensan dos veces antes de
invertir un euro en Alemania".
Otro instituto de investigación económica, el IFW de Kiel,
denuncia incluso "una elevada incertidumbre en el frente de la
política económica" y "condiciones de financiamiento"
desfavorables. En particular el sector químico-farmacéutico, la
tercera mayor columna de la industria alemana, sufre por los
costos de la energía como el sector siderúrgico y otros.
Luchando contra los agujeros presupuestarios, en Berlín los
dioscuros económicos alemanes Christian Lindner (ministro de
Finanzas) y Robert Habeck (ministro de Economía) compiten en
anuncios de "cambio económico" y "relanzamiento de las
reformas". Pero parecen conscientes de lo "alarmante" que es la
situación, como escribe el Handelsblatt: justamente el miércoles
se reunieron con los responsables de las principales
asociaciones empresariales alemanas para mantener conversaciones
confidenciales en las que también se abordó el tema de cómo
atraer inversiones al "Standort Deutschland", el lugar de
producción Alemania. (ANSA).
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Fuga de inversores por pérdida de confianza
Pesan costos elevados, burocracia y infraestructuras vetustas.