(ANSA) - BRUSELAS 21 JUN - El viceprimer ministro Matteo
Salvini cierra la puerta y tira la llave del MEDE, el Mecanismo
Europeo de Estabilidad, un organismo intergubernamental creado
por el Consejo Europeo en marzo de 2011 y que funciona como un
mecanismo permanente para la gestión de crisis para la
salvaguardia de la estabilidad financiera en la eurozona en su
conjunto.
"No sirve para nada a Italia, es otra locura europea",
"nunca" será ratificado, tronó el líder de la Liga. "Pueden
aprobarlo si quieren, porque no lo necesitamos", dijo el
ministro de Economía de Italia, Giancarlo Giorgetti. Y disparó:
"introducir el tema de la ratificación del MEDE en este
momento", como ocurrió el jueves en Luxemburgo entre los
ministros de la eurozona, es como "echar un poco de sal en la
herida y, por lo tanto, es impropio".
La referencia en este caso es al trato reservado a Italia
en el debate sobre la renovación de las cumbres de la UE. Pero
en general, "el Parlamento no está en condiciones de aprobar" el
tratado MEDE revisado, afirmó Giorgetti, y "no lo aprueba". "No
es posible a corto plazo, a largo plazo depende de si cambia",
amplió el ministro.
Las trayectorias previstas por el nuevo Pacto de
Estabilidad llegan hoy desde la UE y a partir de aquí comienza
el debate entre Roma y Bruselas para llegar al plan de gasto
plurianual, que será presentado a la Comisión Europea en el
otoño boreal, y luego aprobado en noviembre.
La expectativa para Italia es que el ajuste fiscal
requerido sea del orden del 0,6% anual, decimal más, decimal
menos. Su valor es de unos 12 mil millones, contando el PIB del
año pasado.
La comunicación de la Comisión (confidencial) proporciona
cuatro valores: datos sobre el ajuste fiscal solicitado en
respuesta a planes de recuperación de cuatro años, datos sobre
el ajuste de siete años (concedido en respuesta a determinadas
reformas) y una hipótesis sobre la trayectoria del gasto neto a
lo largo de 4 y 7 años. Al final, la negociación entre Italia y
la Comisión Europea, salvo aclaraciones o interpretaciones
diferentes sobre los valores previstos para el cálculo, se
centrará íntegramente en el plan de gasto neto que se presentará
antes del 20 de septiembre, que luego será aprobado con el
Paquete de otoño del semestre europeo en noviembre.
En ese momento, con el plan italiano ya presentado en
Bruselas, la respuesta de la Comisión europea llegará también
sobre el alcance de la corrección del déficit público solicitada
a Italia en el marco del procedimiento de déficit excesivo, pero
todo indica que los datos serán una confirmación sustancial que
la actual (formalmente podría divergir, ya que se trata de
ajuste estructural: el nuevo Pacto prevé al menos el 0,5% del
PIB para aquellos con déficits superiores al umbral del 3% del
PIB fijado por los Tratados).
Sobre las nuevas cifras que llegan de Bruselas, Giorgetti
se limitó a hablar de "simulaciones" realizadas por su
ministerio: "la buena, la mala, la media -dijo-. Digamos que la
esperanza es que estemos entre los de media y buena"
observación.
Luego hizo un planteo firme sobre la recuperación de las
cuentas de Italia: hay "objetivos de déficit que ya hemos
declarado" y "construiremos el marco de las finanzas públicas
teniendo en cuenta que el objetivo político primario es
confirmar la descontribución para las economías de mediano a
bajos de ingresos medios".
En cuanto a posibles recortes en la sanidad aquí, "nunca
hemos recortado nada, solo hemos aumentado la asignación de
fondos", afirmó. También sobre el MEDE, Giorgetti elogió el
hecho de que "por primera vez" se haya reflexionado sobre una
posible modificación para "llevarlo hacia un uso similar al de
un fondo soberano europeo".
"Ya ha surgido mucha resistencia, especialmente de los
países nórdicos", indicó el ministro. "No hay salida. Está claro
que si primero exigen la ratificación, se vuelve impracticable",
insistió Giorgetti. (ANSA).
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Los ministros Giorgetti y Salvini dan un portazo a la UE
El mecanismo de estabilidad fiscal (MEDE) es "sal en la herida", afirman. Rechazo a la presión sobre las cuentas públicas.