Economía

La industria farmacéutica con récord de exportaciones

Números impresionantes de 2023: 49 mil millones de euros en ventas al exterior, pero hay reparos.

La industria farmacológica italiana en rauda expansión y con millonarias exportaciones

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA 4 JUL - Un sector sano, motor de la economía y del desarrollo del país, pero frenado por antiguas regulaciones a escala nacional y penalizado por las políticas de la UE en el contexto internacional. Es el retrato de la industria farmacéutica italiana que surge de la Asamblea anual de Farmindustria, la cámara del sector.
    La farmacéutica confirma todos sus puntos fuertes en 2023.
    La producción sigue creciendo, alcanzando un valor de 52 mil millones de euros, lo que supone un +6% respecto a 2022. También es claro el aumento de las exportaciones, que el año pasado alcanzaron los 49,1 mil millones de euros (+3%).
    Una cifra que sitúa a Italia en el sexto lugar mundial en exportaciones farmacéuticas con un peso del 6% en el mercado global. "Nuestra industria confirma que es un sector tecnológico estratégico para la nación, a pesar de las dificultades provocadas por el aumento del 30% de los costes respecto a 2021", afirma el presidente de Farmindustria, Marcello Cattani.
    Las 284 empresas del sector farmacéutico también tienen un impacto significativo en el empleo: 70 mil personas están empleadas directamente por el sector, además de 236 mil de sectores relacionados. Importantes inversiones por valor de 3.600 millones, 2 de ellas en Investigación y Desarrollo. Sin embargo, si estos son los datos positivos, el escenario no está exento de motivos de preocupación. En Italia, persiste la cuestión del "payback", el sistema que obliga a la industria farmacéutica a reembolsar una parte del gasto en medicamentos que supera los límites establecidos por la ley.
    "Este mecanismo distorsionado, que este año asciende a unos 2.000 millones de euros, empieza a repercutir en las empresas en términos de decisiones difíciles en materia de empleo", afirma Cattani, que pide su abolición. No es posible que este sector, "buque insignia" de Italia", se hace eco el presidente de Confindustria (Cámara de industriales), Emanuele Orsini, "pague las elecciones de costes de las regiones".
    Otra cuestión crucial es también la de los tiempos de inyección de los nuevos medicamentos. En Italia se necesitan 14 meses, describe el presidente de Farmindustria, que confía en el impacto positivo de la nueva organización de la Agencia del Medicamento. "Esto también es una cuestión de competitividad", subraya Orsini si, según él, Alemania necesita dos meses, y, entonces, las preocupaciones de la industria farmacéutica se dirigen principalmente al contexto internacional: "El futuro se acelera ante nosotros. Hay 23 mil nuevos medicamentos en desarrollo en el mundo, medicamentos que hasta ayer eran impensables como contra el Alzheimer están llegando y, luego, estrategias innovadoras que tendrán un impacto disruptivo", continúa Cattani.
    En este contexto, algunos países como Estados Unidos, China, Singapur, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí están presionando para acelerar las inversiones, reforzando las políticas industriales y adoptando normas que aumentan el atractivo. No es el caso de la Unión Europea, que ha tomado "decisiones equivocadas y penalizadoras", afirma y objeta la reforma de la legislación farmacéutica, aprobada el pasado abril por el Parlamento Europeo, que tiene entre sus efectos una reducción de la protección de datos sobre los medicamentos y que la industria farmacéutica espera que sea revisado.
    "Debemos intentar responder de alguna manera y hacer que vuelva a ser atractiva la inversión en Europa", afirma el Ministro de Sanidad Orazio Schillaci "Europa sí, pero debemos tener normas que no perjudiquen nuestro know-how, ya que somos también el segundo fabricante de Europa", se hace eco el Ministro de Asuntos Exteriores. Antonio Tajani.
    Mientras tanto, también se trabaja en la capacidad del país para atraer y, de cara al futuro, formar a los profesionales que requiere la transformación tecnológica en curso. Durante la asamblea de Farmindustria se firmó un memorando de entendimiento entre el Ministerio de Universidad e Investigación, la Conferencia de Rectores y Farmindustria. "Es un acuerdo en el que creemos mucho", afirma la ministra de Universidades, Anna Maria Bernini. "El resultado es verdaderamente extraordinario" y conducirá a "itinerarios de formación cada vez más innovadores, cada vez más adaptados a las exigencias del mercado", concluye. (ANSA).
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