(ANSA) - ROMA 10 JUL - La transición energética en el
transporte podría costarle caro al Estado italiano. En 2030, con
"4 millones de coches eléctricos en Italia, faltarían un millón
de toneladas de carburantes y alrededor de 3. 800 millones de
ingresos por impuestos especiales".
Esa es la estimación del presidente de la Unión de Energía
para la Mobilidad (UNEM), Gianni Murano, según la cual "el
gobierno tendrá que ajustar las cuentas y la elección será, por
lo tanto, política".
"La parada a los motores endotérmicos -dijo el ministro de
Medio Ambiente y Seguridad Energética, Gilberto Pichetto-
previsto por el reglamento sobre la reducción de las emisiones
de CO2 para los nuevos coches y furgonetas no convence".
Y está el tema de los impuestos, que como siempre es
delicado. A mediados de mayo, el Ministro de Economía también
mencionó el problema desde una perspectiva a largo plazo,
hablando en la jornada de los concesionarios de automóviles.
El ministro anunció que el Gobierno ya está reflexionando
sobre la cuestión de los impuestos especiales para no estar
desprevenidos ante la expansión de la movilidad limpia.
Evidentemente, podría haber muchas hipótesis y opciones
lejanas: desde la posibilidad de trasladar los impuestos
especiales de la gasolina y el diésel a nuevas formas de energía
verde, hasta la posibilidad de estudiar un aumento del impuesto
sobre la carga eléctrica.
Lo cierto es que con la llegada de la electricidad las
petroleras también sentirán el golpe:
"En el futuro, el consumo de petróleo está destinado a
disminuir, pero crecerá el componente renovable, que, de acuerdo
con la actual legislación comunitaria, debe alcanzar el 29% en
el transporte en 2030".
UNEM estima una disminución de los consumos de productos
petrolíferos a 2030 de casi 8 millones de toneladas con respecto
a hoy, mientras que los biocombustibles y otros combustibles low
carbon pasarán de los actuales 1,7 millones a alrededor 6 dentro
de seis años y a 8,8 en 2040.
Los petroleros ya experimentan una caída del 43% en la
factura energética de 2023 a 66.500 millones de euros, casi
48.000 millones menos que el máximo histórico de 114.400 en
2022, dijo Murano durante la asamblea anual, explicando que el
peso fue "la fuerte reducción del componente gas de 62 a 28.300
millones de euros".
Más reducida incluso la factura conteniendo aceite a 28.100
millones de eurso, alrededor de 4.500 millones menos sobre
32.500 del 2022 para la reducción de las cotizaciones del crudo.
Para 2024, la estimación para la factura energética es de
alrededor de 56.000 millones, es decir, 10 menos de 2023 debido
casi todo al componente gas, mientras que la factura del
petróleo se mantendrá sustancialmente estable en alrededor de
28.000 millones.
En 2023 en Italia hubo una nueva reducción (-4% respecto a
2022) de la demanda de energía, tanto por la caída de la
producción industrial (-2,9%), como por mejoras en la eficiencia
y por razones climáticas, pero el petróleo "volvió a ser la
primera fuente de energía con un peso total de más del 37%,
superando al gas natural que mostró un descenso adicional de más
del 10%", dijo Murano.
Los productos para la movilidad por carretera y el
transporte aéreo contribuyeron al consumo de petróleo. Tendencia
confirmada en los primeros cinco meses de 2024.
De particular interés "es el crecimiento de los consumos de
gasolina que en 2023 aumentaron en más de un 11% con respecto a
2019 (+830.000 toneladas)".
"Evidencia - explicó Murano- de una progresiva reanudación
del transporte privado que se acompaña a una consolidada
penetración de la motorización híbrida, principalmente a
gasolina, que hoy representa alrededor de los un 4% del parque
circulante y los un 39% del nuevo matriculado".
Los petroleros también se quejan de un modelo de red de
autopistas, con 500 áreas de servicio, que "no funciona", con el
precio del combustible "no es competitivo", "se necesitan reglas
claras que involucren al Ministerio y a las autoridades de
transporte".
Y llegó rápidamente la respuesta del Ministro de las
Empresas y del made in Italy, Adolfo Urso, que -en cierre de
asamblea- anunció "un proyecto de ley, a llevar al consejo de
ministros antes de la pausa ferragostana (vacaciones italianas),
para una reforma orgánica para la racionalización de la red de
los carburantes que preve incluso un aumento de las formas
alternativas, con incentivos significativos para la dismission
de las instalaciones obsoletas e ineficientes y para favorecer
las columnas de recarga eléctrica y los biocombustibles".
Reforma apoyada por Assoutenti (asociación de consumidores)
que sin embargo pide máxima vigilancia sobre los aumentos de
precios con vistas a las salidas estivales. (ANSA).
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Los autos eléctricos provocarán pérdidas al Estado
Faltarán carburantes y se perderán ingresos impositiois. Costos de la transición energética.