Pero la primera ministra Giorgia Meloni insiste: "Cómo pueden argumentar que recortamos dinero en la sanidad es un misterio", explica desde un escenario de la centroderecha en Génova, invitando a la oposición, que anuncia batalla, a "utilizar una calculadora".
Sin embargo, algo en el presupuesto puede cambiar. El viceprimer ministro Antonio Tajani lo confirma: será posible hablar de eso, explica, tras los datos del convenio de acreedores que a finales de mes dará el marco sobre posibles nuevos recursos que se utilizarán para prorrogar el Irpef, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Incluso la Liga, que se distancia de las medidas sobre las pensiones ("No es la reforma de la Liga", dice el subsecretario de Trabajo, Claudio Durigon), aspira a algunos ajustes en el Parlamento. Tajani explica que tras los datos del acuerdo bienal para los autónomos, el 31 de octubre, "si hay buenos resultados, pediremos el aplazamiento del Impuesto al Azúcar y la reformulación de los tipos del Irpef". Forza Italia -el otro miembro de la alianza gobernante- quisiera reducir el tipo del 35% en dos puntos y ampliar el tramo hasta 60.000 euros de ingresos.
Si hubiera otros espacios, se seguirían utilizando para reducir la carga fiscal, aseguró el ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti. Para la Liga significa poder intervenir también en el impuesto único, elevando el umbral más allá de los 85 mil euros. "Depende mucho del acuerdo preventivo. Espero que haya buenos resultados, para que podamos mejorar en el Parlamento. Todo lo que sirva para reducir la carga fiscal es fundamental para nosotros", afirmó Tajani.
La premier Meloni también subraya que la medida no aumenta los impuestos de los ciudadanos y "no desperdicia ni un euro en estupideces". Pero es la atención sanitaria la que sigue agitando. La Fundación Gimbe habla de "cifras engañosas" y "ante el torbellino de números, a menudo interpretados subjetivamente o explotados", ha realizado un análisis independiente sobre los fondos destinados al sector. Según los expertos, "los 'cosméticos' del Fondo Nacional de Salud para 2025 traicionan en gran medida las proclamas del ejecutivo: el aumento real es solo de 1,3 mil millones, frente a los 3,5 mil millones anunciados, lo que hace imposible satisfacer las solicitudes de los profesionales de la salud".
Raffaele Donini, consejero de salud de Emilia Romagna, pero también coordinador de todos los consejeros regionales, lo dice: "descubriremos que los 3 mil quinientos millones anunciados no están ahí". Luego está Filippo Anelli, presidente de la Federación Nacional de Cirujanos y Dentistas, que cuantifica el aumento del personal sanitario en 17 euros al mes.
La alarma también se dispara para las Regiones, que tendrán que tomar "opciones drásticas: racionalizar el gasto, recortar otros servicios o aumentar el Irpef adicional", explica el presidente de Gimbe, Nino Cartabellotta.
La secretaria del Partido Demócrata, Elly Schlein, anuncia una batalla en materia de salud pública, porque la situación es "dramática". Pero el ministro de Sanidad, Orazio Schillaci, rechaza cualquier crítica: algunos dicen que "se necesita dinero" para la asistencia sanitaria, pero "las Regiones aún no han gastado el dinero de las listas de espera propuestas por el gobierno anterior", ataca.
Meloni reitera que "en la historia de Italia nadie ha invertido tanto en sanidad como este gobierno", e invita a agarrar "la calculadora del teléfono" para hacer los cálculos exactos. La diferencia entre lo que el Estado italiano gastó en 2019 por cada ciudadano en salud y lo que gasta hoy es de 398, explica la primera ministra, subrayando el esfuerzo adicional del gobierno. Los investigadores también suben a las barricadas y amenazan con movilizarse contra el bloqueo del 75% de facturación para todas las universidades, mientras que el secretario de la confederación sindical CGIL, Maurizio Landini, habla de "medidas peligrosas" y, junto con la otra central de trabajadores UIl, anunciará las iniciativas de los sindicatos el miércoles.
La posible llegada de una huelga general también está sobre la mesa de decisiones. (ANSA).
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