Sus palabras y sus garantías cayeron en saco roto y no hicieron más que consolidar aún más el frente de parlamentarios, dentro del cual la única voz que no sobresalió del coro fue la del demócrata progresista Jamassl Bowman, el único en defender a la plataforma, que, a su juicio, es víctima de la "histeria antichina".
Para complicar la tarea de Shou Zi Chew, incluso antes del inicio de la audiencia de la Cámara de Representantes, estuvieron las palabras de Pekín que, en términos inequívocos, advirtió que se opondrá enérgicamente a la propuesta de la administración Joe Biden de prohibir la aplicación en los Estados Unidos en caso de que sus dueños chinos no decidan vender sus acciones. Declaraciones que los diputados tomaron como confirmación de la estrecha relación entre TikTok y el régimen.
"No he visto ninguna evidencia" del acceso de Pekín a los datos de los usuarios de la aplicación, respondió Shou Zi Chew, asegurando que nunca ha tenido conversaciones con funcionarios del gobierno chino en su calidad de director general.
"La seguridad es nuestra prioridad. No vendemos datos a intermediarios. Estamos comprometidos con la transparencia. No seremos influenciados por ningún gobierno", agregó el singapurense de 40 años, insinuando sin embargo que los abogados de ByteDance estuvieron parcialmente involucrados en su preparación para la audiencia y que algunos datos de usuarios estadounidenses aún son accesibles para los empleados chinos de la empresa. Chew luego especificó que, en su rol, reporta directamente al CEO de ByteDance.
Al republicano de Florida Neal Dun, quien le preguntó si ByteDance había espiado a los estadounidenses, como se desprende de algunas filtraciones, el CEO respondió: "No creo que la palabra espionaje sea el término correcto".
Luego destacó cómo muchas de las preocupaciones de seguridad nacional planteadas se basan en "especulaciones" sobre lo que China "podría hacer". Las respuestas que consideró evasivas e insatisfactorias lo acorralaron y le recordaron la actuación de Mark Zuckerberg y otros grandes nombres de la alta tecnología ante el Congreso. Incluso admitir que a sus dos hijos no les permiten usar TikTok no lo ayudó: "Viven en Singapur donde no hay las mismas protecciones" que en otros países para los menores de 13 años, explicó sin éxito a los diputados.
"La audiencia esperaba respuestas, pero plantea aún más preguntas", dijo irritada la demócrata Lisa Blunt Rochester. En definitiva, para Shou Zi Chew fue una jornada muy complicada, marcada también por el sprint en Wall Street de Meta y el resto de redes sociales de los rivales de TikTok, que se beneficiarían enormemente de una prohibición de la app. (ANSA).
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